Hoy nace en la Generalitat de Cataluña una «mesa por el diálogo» que llega a los cuatro meses de acordarse en el Parlament y con la ausencia no solo del primer grupo de la oposición, Ciutadans, sino también de la CUP, en el flanco independentista, y del PPC, en el constitucionalista. Así las cosas, las expectativas de la reunión de esta tarde entre el presidente Quim Torra y los grupos de Junts per Catalunya, ERC, PSC y Catalunya en Comú-Podem son bastante escasas.

Según fuentes del Govern, Torra, plantea la cita con una agenda abierta a abordar no solo la cuestión soberanista, sino las carpetas sociales y económicas de Cataluña. El PSC ya hizo llegar al president y a los jefes de los grupos parlamentarios un documento con sus propuestas para la reunión. Los socialistas confían en que esta cita pueda «ser un punto de inflexión en la situación de bloqueo» en Cataluña y se puedan alcanzar «consensos». El primero es «asegurar la convivencia, el pluralismo en el espacio público y la neutralidad de las instituciones», punto de partida que valoran imprescindible para poder abordar propuestas políticas. Y en materia de autogobierno, abogarán por fortalecerlo reclamando que la Generalitat apueste a fondo por el diálogo con el Estado.

Por su parte, los comuns plantearán su propuesta de una España plurinacional con soberanías compartidas que garantice el blindaje de competencias y también una mejora del sistema de financiación. Junts per Catalunya abordarrá el ejercicio del derecho de autodeterminación y la excarcelación de los políticos independentistas presos.

Ciutadans justifica su ausencia en que debería haberse celebrado un debate en el Parlament. Y el nuevo presidente del PPC, Alejandro Fernández, justifica su ausencia por el hecho de que se van a abordar cuestiones como la autodeterminación y los presos independentistas. La CUP rechaza participar en una iniciativa que califica de autonomista.