Desde el primer minuto, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, se puso del lado de los miembros del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) de los Comités de Defensa de la República (CDR) que ingresaron en prisión el jueves tras declarar ante el juez Manuel García-Castellón. Ayer se supo que uno de ellos se llegó a entrevistar con él, según confirmaron a este diario fuentes de la investigación.

Además de este contacto directo, el nombre de Torra también se oyó en la sala de declaraciones de la Audiencia Nacional de labios de uno de los siete detenidos el pasado día 23 que acabaron siendo conducidos a la cárcel madrileña de Soto del Real. Ferran Jolis admitió ante el magistrado que le habían dicho que el president de la Generalitat estaba al corriente de las acciones de boicot progresivo que tenía planeadas el grupo en el que se le sitúa y que según el auto constituye una organización terrorista. Solo él y Jordi Ros, asistidos por abogados de oficio, admitieron que tenían material para fabricar explosivos y «hacer ruido».

Entre esa labor de respaldo, según este imputado, Torra se habría comprometido a facilitarles la entrada en el Parlament para ocuparlo durante unos días entre el 1 de octubre, segundo aniversario del referéndum ilegal, y el momento en el que se hiciera pública la sentencia del procés, prevista en la primera quincena de ese mes.

Por otra parte, la CUP decidió ayer durante la reunión de un consejo político extraordinario que la formación se presentará a las elecciones generales del 10-N. Así lo anunció Mireia Vehí, que subrayó que se toma la decisión debido al «momento de excepcionalidad política» actual, en el que «cada vez hay más presos políticos».