El presidente de la Generalitat, Quim Torra, volverá este miércoles a sentarse ante un juez acusado, de nuevo, de desobediencia. Cuando todavía está pendiente la decisión del Tribunal Supremo sobre su inhabilitación por desoír la orden de la Junta Electoral Central de retirar una pancarta a favor de los presos independentistas, el mandatario catalán deberá dar explicaciones de por qué hizo lo mismo meses después, pero esta vez haciendo caso omiso a un requerimiento del Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC). Es de suponer que justificará esta decisión en la libertad de expresión que le ampara y encuadrará su decisión en el marco de un acto político.

En esta ocasión, la orden de retirada tiene su origen en una demanda presentada por Impulso Ciudadano, una asociación presidida por el exdiputado de Ciutadans en el Parlament José Domingo. La Sección Quinta de lo contencioso-administrativo del TSJC aceptó su petición de que, como medida cautelar y hasta la resolución del fondo del asunto, se instara a Torra a retirar el cartel con el lazo amarillo del balcón del Palau de la Generalitat a favor de los líderes soberanistas encarcelados y los "exiliados". Los jueces consideraron que la pancarta podría provocar una "afección objetiva" sobre los ciudadanos que "no se alineen con la opción ideológica representada".

Doble desafío

Pese a la orden del tribunal de retirar la pancarta del Palau, el presidente respondió una vez más con un desafío. El 20 de septiembre del 2019, el TSJC le dio 48 horas para quitar la pancarta. Lejos de obedecer, Torra denunció una "vulneración flagrante del derecho a la libertad de expresión", para lo que presentó los símbolos como un clamor "mayoritario de la sociedad catalana y un compromiso democrático del Govern con las personas que sufren la represión por haber defendido la democracia, los mandatos electorales y los derechos fundamentales".

El 27 de septiembre, expirado ya el plazo, el tribunal ordenó entonces que los Mossos retiraran la pancarta, tras lo que dos operarios de la Generalitat quitaron el mensaje del balcón del Palau sobre las 15:30 horas. El Govern, sin embargo, respondió con un nuevo envite: a las 18:00 horas, colgó otra pancarta con el lema 'Libertad de opinión y expresión. Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos'.