Socialistas y populares han decidido darse una tregua y replicar en Madrid la unidad que hasta ahora habían mostrado en Estrasburgo, donde sus familias europeas han respaldado juntas las principales iniciativas de estas últimas semanas, en especial cuando el Parlamento europeo pidió un plan masivo para paliar los estragos del coronavirus. El PSOE ha dejado negro sobre blanco que el Gobierno de España se compromete a cumplir el Pacto de Estabilidad, un acuerdo jurídico al que está obligado y que marca un déficit público del 3% y una deuda del 60%. El PP se da por satisfecho, aunque la noticia sería que el PSOE dijera que no lo va a acatar. En todo caso, Bruselas ha suspendido su aplicación para que los gobiernos puedan gastar lo que necesiten ante el covid-19.

Los populares, por su parte, han evitado incluir ninguna enmienda que pudiera suscitar dudas sobre la gestión de las ayudas del fondo de 750.000 millones de euros que llegarán de Bruselas. Tampoco han pedido ninguna condición especial para que España pueda acceder a ellas. Pablo Casado no ha vuelto a reclamar que la Comisión exija a Pedro Sánchez que mantenga la reforma laboral de Mariano Rajoy. Gestos y lenguaje diplomático en aras del acuerdo y cuando solo faltan dos semanas para que, en una cumbre de la UE, los dirigentes fijen los criterios para acceder al fondo. . P Santos