La Guardia Civil considera acreditado que el expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana cobró 10,5 millones de euros en comisiones irregulares solo de los negocios de Vicente y José Cotino, sobrinos del exconseller, e investigados en el caso Erial, entre otras cosas porque los acusados de ser sus testaferros, y a cuyo nombre estaba por tanto el dinero en los paraísos fiscales, se refieren a él como «el jefe» en las conversaciones que les grabó la Unidad Central Operativa (UCO).

Así lo refleja la parte del sumario de la trama cuyo secreto se ha levantado, en el que la Benemérita atribuye a Zaplana un papel de administrador oculto a tenor de los pinchazos telefónicos.

La jueza instructora cree que es «evidente» que esta asociación de personas --en referencia a los investigados-- tiene como cabeza al exministro de Trabajo, que «presuntamente se valió en su día del cargo que ostentaba haciendo partícipes al resto de los investigados, pues los necesitaba para que desempeñaran determinados papeles, beneficiándose a su vez».

Asimismo, los investigadores creen que Zaplana es actualmente beneficiario de bienes y fondos que tienen su origen en los pagos que varias mercantiles del grupo Sedesa, entre otras, realizaron a empresas radicadas en Luxemburgo tras ser beneficiarias de las adjudicaciones con ocasión de la concesión de la explotación administrativa de uno de los lotes de la ITV y de los parques eólicos de la Comunitat Valenciana.

SOCIEDADES DE LUXEMBURGO // Parte de estos sobornos fueron a parar a dos sociedades de Luxemburgo (Imison Internacional y Fenix Investments) en una operación accionarial realizada por los sobrinos del ex director general de la Policía, exvicepresidente del gobierno valenciano y expresidente de Les Corts, Juan Cotino (Vicente y José Cotino), que transfirieron 6,4 y 2,18 millones.

Estos pagos fueron efectuados, siempre según el relato de los investigadores, durante los años 2005 y 2006 por el grupo de los Cotino (Sedesa) usando parte de los beneficios obtenidos en la sociedad concesionaria de las ITV.

Según detalla el fiscal en varios de sus escritos la sociedad Imision Internacional es una firma radicada en Luxemburgo y controlada por Beatriz García Paesa, sobrina del famoso espía, mientras que Fenix Investments es una sociedad igualmente ubicada en Luxemburgo pero propiedad de Juan Francisco Garcia, ex jefe de gabinete de Zaplana y presidente de la mesa de contratación en la que se resolvió la adjudicación de las ITV.

La compraventa de las participaciones empresariales de ambas empresas luxemburguesas se hizo el mismo día, interviniendo Vicente Cotino en representación de las sociedades luxemburguesas y José Cotino en representación de Asedes Capital (Sedesa).

Esta compañía --Sedesa-- abonó cerca de 8,5 millones de euros a las firmas en el extranjero en concepto, supuestamente, de comisiones y sobornos y, en contraprestación, el grupo de los Cotino obtuvo por la actividad empresarial derivada de las supuestos sobornos, unos beneficios de 86,6 millones de euros, según fuentes de Anticorrupción, con lo que las mordidas pudieron suponer el 10% del negocio total.