El PP está sudando la camiseta para sacar adelante los presupuestos para el 2020 en la Región de Murcia, en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital. El obstáculo para aprobar las cuentas públicas es Vox. La formación de Santiago Abascal parece estar dispuesta a cumplir lo que prometió hace cinco meses: hacer oposición con la fuerza que les da ser claves para alcanzar la mayoría en los tres territorios. La fuerza de extrema derecha ha frenado los presupuestos presentados por los gobiernos de coalición de PP y Cs y ha obligado a los populares a sentarse a negociar.

A comienzos de semana, el portavoz en el Congreso de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ya lanzó una advertencia al partido de Pablo Casado: "Como no se llegue a acuerdos, no habrá presupuestos, como es natural". Ese aviso empieza a convertirse en una realidad. En los dos parlamentos autónomos la tramitación de las cuentas está paralizada a la espera de que haya un entendimiento y tendrá que ser ya el próximo año cuando se aprueben. En el consistorio madrileño gobernado por el popular José Luis Martínez-Almeida se vieron obligados a retrasar el debate presupuestario hasta este lunes por no haber logrado un acuerdo.

La formación de Abascal tiene como ejemplo a seguir la negociación andaluza, donde sus compañeros lograron introducir el famoso PIN parental, la promoción del valor de la caza en las escuelas, el "fomento de las escuelas taurinas" de Andalucía y la difusión del papel de Andalucía y España en el descubrimiento de América "sin prejuicios a la leyenda negra".

Condiciones

Con Rocío Monasterio a la cabeza, los 12 diputados que Vox tiene en la Asamblea de Madrid tienen secuestrada la tramitación de los presupuestos y como rescate han puesto tres condiciones: la "reducción del gasto político ineficaz", la "eliminación de subvenciones ideológicas" y una "ambiciosa bajada de impuestos".

Unas exigencias que, dicen, se corresponden con los "compromisos políticos" que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, adquirió con Vox en agosto. No obstante, la líder del PP ha asegurado no estar preocupada y se ha mostrado convencida de que las negociaciones que está manteniendo con ellos permitirán aprobar el presupuesto en el mes de enero.

Estrategia calcada a la de Monasterio es la que está llevando a cabo su compañero de filas y secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, en el Ayuntamiento de la capital.

PP y Cs solo necesitan el apoyo de cuatro concejales de extrema derecha para aprobar las nuevas cuentas, pero sumar esos votos no va a ser tan fácil. El conflicto parece estar en un 1% de los presupuestos esbozados que, según Ortega Smith, se destina en la actualidad a "chiringuitos". Su "línea roja" para apoyar la cuentas públicas es que este dinero se convierta "en ayuda social para los madrileños más necesitados". Los dos partidos han seguido negociando durante todo este fin de semana para llegar a un entendimiento que permita aprobar hoy los presupuestos. De lo contrario, quedará pendiente para enero o febrero, avisó Ortega Smith.

Mar Menor

PP y Vox también están envueltos en negociaciones en la Región de Murcia y, de por medio, está el mar menor. Así lo comentó el viernes el diputado nacional por Murcia de Vox, Luis Gestoso, que amenazó con no apoyar el proyecto económico si se aprueba el decreto de protección integral del Mar Menor que, en su opinión, "criminaliza a los agricultores".