El candidato a la alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, avalado por Ciudadanos, remitió ayer una carta al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a los líderes de PP y Ciudadanos, Pablo Casado y Albert Rivera, respectivamente, en la que les traslada la necesidad de un «gran pacto que garantice la gobernabilidad».

Según informó la candidatura de Valls en un comunicado, el exprimer ministro francés defiende en la misiva este «gran pacto que garantice la gobernabilidad de los partidos constitucionalistas, sin condicionamientos de formaciones políticas ajenas al orden constitucional».

Por ello, el candidato al Ayuntamiento de Barcelona apela a la «responsabilidad» de los líderes constitucionalistas como «hombres de Estado». «Si las fuerzas políticas constitucionalistas anteponen lo mucho que les une a sus diferencias programáticas concretas, si apuestan por una política de Estado abandonando el cortoplacismo, el país en su conjunto dará un gran paso», argumenta en la carta.

Valls advierte de que sin «generosidad», sin «alturas de miras», primando el «interés particular» y el «ventajismo», España corre el «riesgo» de sufrir un «estancamiento enorme»: «Una crisis constitucional o una legislatura agitada y estéril son terreno abonado para que crezcan los desencantados con el sistema democrático», avisa el candidato.

En este contexto, el candidato denuncia que el acuerdo de gobierno en Andalucía supuso una «cesión significativa a la derecha radical», en alusión a Vox aunque sin citarlo, al tiempo que critica la «falta de responsabilidad» del PSOE.

PRESIÓN POPULISTA / Pero, también, alerta de que las diferentes citas electorales -generales, autonómicas, municipales y europeas- se celebran bajo la «presión» del populismo y del «nacionalismo separatista».

En la carta, el candidato a la alcaldía se refiere asimismo a las elecciones municipales del 26 de mayo y hace un llamamiento a evitar que Barcelona «sea la palanca del independentismo» de la mano de una eventual alianza con el «populismo» de la alcaldesa Ada Colau. Valls, en este sentido, considera que el resultado de los comicios en la capital catalana tendrá también una «trascendencia social y política» para España y Europa.