El Gobierno de Venezuela ha declarado persona no grata al embajador de España en Caracas, Jesús Silva Fernández, por las «continuas agresiones y recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos» del país «por parte del Gobierno español». La reacción del Ministerio de Exteriores a la declaración del canciller venezolano, Jorge Arreaza, que conlleva la expulsión del diplomático, fue instantánea. España responderá «con proporcionalidad y reciprocidad», avisó el ministro Alfonso Dastis, sugiriendo que también podría echar al embajador venezolano en Madrid.

La decisión de Venezuela se produce pocas horas después de que el Ejecutivo de Nicolás Maduro llamase, el miércoles, a consultas a su embajador en Madrid, Mario Isea. Maduro acusó el pasado martes a Mariano Rajoy de presidir el Gobierno «más corrupto de la historia» y dijo que España está dirigida por una «oligarquía racista y colonialista» que pretende actuar como «un gobierno del mundo» que puede ir «a dictar normas y a gobernar Venezuela».

Silva se enteró de la noticia, informa Efe, a través de los medios de comunicación. La nota que el canciller publicó en Twitter, que no fija plazos de expulsión, señala a España, además, como «uno de los países más desiguales de Europa» y celebra que los venezolanos «afortunadamente no tienen que sufrir las secuelas» de las políticas de Estado aplicadas por Rajoy.

«LA DERIVA» DE MADURO / En septiembre pasado, Rajoy había instado a la comunidad internacional a «no andarse con paños calientes» ante la «deriva» en Venezuela, país que, dijo, no es «democrático». También recordó entonces que España estaba «liderando» en la Unión Europea (UE) una propuesta para sancionar a Venezuela que finalmente se formalizó el lunes, y que ha incluido la congelación de activos y la prohibición de entrar en territorio comunitario a los siete altos funcionarios señalados.

El presidente del Gobierno español tildó de «muy merecidas» las sanciones y de «sensato y razonable» que su Ejecutivo lidere la acción política de la UE en Venezuela porque es su «obligación» y «alguien tiene que ayudar» a los ciudadanos del país sudamericano ante «las brutales decisiones y la forma de entender la democracia del señor Maduro».

El jefe de la diplomacia española contestó a Maduro desde la ciudad suiza de Davos, donde asiste al Foro Económico Mundial. El titular de Exteriores rechazó las acusaciones de «injerencia» y señaló que lo único que ha hecho España es «ayudar al proceso» de negociaciones entre Gobierno y oposición de Venezuela.

Dastis presentará este viernes ante el Consejo de Ministros un informe con las opciones de actuación. Aunque no concretó si se contempla la expulsión del embajador venezolano, consideró «evidente» que España responderá «con reciprocidad», además de con «proporcionalidad» a esta acción de Maduro.