La incorporación de Carles Puigdemont y Toni Comín al grupo formado por los Verdes y la Alianza Libre Europea (ALE) en la Eurocámara, al que han solicitado adherirse, no está garantizada. El copresidente del grupo, Philip Lamberts, mostró ayer públicamente sus reticencias a incluir a los nuevos eurodiputados porque considera que tienen valores opuestos a los del grupo. «Para nosotros la incorporación plantea un problema, así que habrá conversaciones en las próximas semanas para llegar a una posición», explicó.

Lamberts ve «incongruente» que el expresident y el exconseller se apoyen constantemente en «sus mejores amigos belgas» de la Nueva Alianza Flamenca (N-VA) pero pidan a la vez la adhesión a un grupo como el formado por los Verdes y ALE, donde se sientan ERC o el escocés SNP. «Creo que la lógica debería conducirles a sentarse en el grupo de sus mejores amigos», apuntó en referencia a los Conservadores y Reformistas Europeos, donde comparten bancada los nacionalistas flamencos de la N-VA, los ultraconservadores polacos o los ultras de Vox.

El dirigente ecologista belga también afeó al líder de JxCat, en declaraciones a este diario, que «jamás» se haya puesto en contacto directo con él: «Lo que es sorprendente es que Puigdemont y Comín, que hablan con ALE, no nos hayan contactado. Jamás. El Movimiento 5 Estrellas -que también ha solicitado su incorporación a los Verdes-, desde el principio nos habla y se comporta de manera totalmente correcta», reprochó en un tono duro. «Vivo en un país que se llama Bélgica y que no es enorme. Pienso que Puigdemont puede fácilmente pedir mi teléfono», subrayó. «ERC quiere que se sumen al grupo. A priori no somos favorables a esta hipótesis», dijo Lamberts y señaló que el grupo tomará una decisión «pronto».