La red de espionaje del excomisario José Manuel Villarejo hizo seguimientos a la juez de Pozuelo de Alarcón Mónica Gómez Ferrer, conocida por instruir el caso por el fraude a Hacienda del futbolista Cristiano Ronaldo, y que llevaba varios procedimientos judiciales que afectaban a los familiares del promotor de la urbanización de lujo La Finca, en este municipio madrileño.

Gómez Ferrer compareció ayer como testigo ante el juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, junto a otros familiares y allegados del ya fallecido promotor de la urbanización La Finca y que fueron espiados por el excomisario en el marco de la guerra que se desató entre los socios por la multimillonaria herencia.

El magistrado ofreció a la juez personarse en la causa como perjudicada por estos seguimientos, a lo que ella accedió, al igual que los otros cinco testigos que ayer comparecieron en el marco de la pieza Land de Tándem: Yolanda García Cereceda, hija del fallecido Luis García Cereceda; su viuda Silvia Gómez-Cuétara; el chófer de esta, Antonio Garzón; una amiga suya, Marta María Fernández Vázquez-Figueroa; y el arquitecto Joaquín Torres Vérez.

Todos aseguraron que, antes de conocer a través de este procedimiento que habían sido espiados, habían notado cosas raras tras la muerte del promotor en el 2010 y sobre las que ahora han atado cabos al ver la documentación que obra en la causa, informaron fuentes jurídicas presentes en la declaración que prestaron como testigos.

Por su parte, Joaquín Torres, conocido por sus intervenciones en el programa del corazón Sálvame, señaló que a raíz de conocer esta trama ha vinculado a ella lo que le sucedió en Tele 5 porque queda patente que fueron a perjudicarle para que dejara de colaborar en sus programas y sabían con quien tenían que hablar para conseguirlo.

La amiga de la viuda de García Cereceda y su conductor también manifestaron que se sentían vigilados y creen que era para tener controlada a la heredera. Según lo investigado en esta pieza, fue una de las hijas del promotor, Susana García Cereceda, la que encargó a Villarejo estos trabajos de espionaje a su hermana, a su entonces cuñado y a la viuda de su padre de cara a la herencia.

Ayer también había sido llamado a declarar como testigo el excuñado, Jaime Ostos, que en esas fechas estaba casado con Yolanda, pero al encontrarse en el extranjero no pudo ser localizado a tiempo y será citado en otra ocasión, según las fuentes.

DATOS CONFIDENCIALES // Por su parte, el inspector de la Policía Nacional jubilado Antonio Bonilla negó ante el juez haber usado información confidencial de archivos policiales cuando, estando ya en segunda actividad, trabajó para el excomisario Villarejo.

Bonilla declaró como investigado en relación a dos piezas del caso Tándem: Iron, sobre el encargo a Villarejo de un bufete de abogados para espiar a un despacho rival, y Pintor, acerca de otro encargo al excomisario del empresario Juan Muñoz para reclamar una deuda. Se sospecha que este inspector jubilado dio información confidencial a Villarejo, como declaró un exsubordinado suyo que prestó declaración dentro de la pieza Pintor.