Sin sorpresas ha transcurrido este jueves el pleno de investidura para elegir al nuevo alcalde de Granada tras la dimisión de José Torres Hurtado (PP), detenido hace tres semanas en una operación policial contra la corrupción urbanística. El nuevo regidor del PSOE, Francisco Cuenca, ha sido elegido con los ocho votos de su partido, los de Ciudadanos (cuatro ediles), IU (un edil) y Vamos Granada, la lista afín de Podemos (tres concejales). La candidata del PP, Rocío Díaz, solo ha obtenido los 11 votos de su partido.

La elección de Cuenca abre una nueva etapa en la vida municipal tras 13 años de mandato popular, primero con mayoría absoluta y desde el pasado mes de mayo con el apoyo de Ciudadanos, que sin embargo no entró a formar parte del Ejecutivo. De hecho, el apoyo de C's ha vuelto a ser definitivo en la investidura, y no se ha materializado hasta que ha dimitido un diputado provincial del PSOE salpicado por un escándalo de prevaricación durante su etapa como regidor en el pueblo de Iznalloz.

El nuevo alcalde ha reclamado el "apoyo y compromiso leal" de todas las formaciones para sacar a la ciudad de la situación de "emergencia social y política" en la que se encuentra, lamentando que el nombre de Granada aparezca vinculado a temas de corrupción. En su primera intervención, ha comprometido que la prioridad de su mandato será el "consenso y el diálogo" para "sacar del ayuntamiento cualquier atisbo de duda sobre mala praxis" y "abrir ventanas para normalizar la situación de parálisis" que los casos de corrupción han ocasionado.

Así, ha considerado que "los problemas de la ciudad" no podían esperar a que se resolviera la situación judicial del anterior regidor, citado a declarar el día 12 de mayo, y ha reclamado el compromiso y el apoyo del resto de formaciones políticas para “asegurar la continuidad de la institución con la única finalidad de fortalecer la democracia mas allá de las aspiraciones ideológicas de cada cual”. Entre las primeras medidas en este sentido, ha resaltado la elaboración de una auditoria interna para realizar un análisis objetivo para empezar a trabajar, con especial atención a las áreas Urbanismo, Personal y Economía, pero también Bienestar Social o Contratación.

Cuenca también ha tenido palabras para la situación de tantas familias desfavorecidas, “que exige que nos pongamos manos a la obra” cuanto antes. “Comprometo mucha responsabilidad, lealtad y trabajo”, ha dicho, tendiendo la mano a la colaboración del PP porque “somos 27 concejales, no 16”, y ninguno tiene mayoría para sus prioridades.

Por su parte, el portavoz municipal de C's, Luis Salvador, ha justificado su cambio de voto en la falta de compromiso del PP especialmente en cuanto a la dimisión de la responsable de Urbanismo, imputada desde hace meses y que fue arrestada junto a Torres Hurtado. Salvador ha reclamado “dialogo y audacia” para la nueva etapa política, y ha negado que su aval al nuevo alcalde sea “un cheque en blanco”, defendiendo que ejercerán la oposición para lograr más transparencia y regeneración democrática.

La candidata del PP, Rocío Díaz, que solo ha logrado el apoyo de sus once concejales, ha defendido que su formación fue la lista más votada y que la nueva investidura “es un fraude democrático” y una “quiebra flamante” de la decisión de los ciudadanos, ya que ha sido posible solo mediante un “acuerdo de poltronas”. Y en clave netamente electoral, ha lamentado que C’s se haya traicionado a sí mismo en contra de sus propios actos, ya que siempre defendieron que siempre dejarían gobernar a la lista más votada. “No son coherentes ni fiables”, ha dicho Díaz, reprochando que haya entregado la ciudad “al caos y al desgobierno” de la “extrema izquierda” y vaticinando que esa decisión tendrá consecuencias en las urnas.

Por su parte, los portavoces de IU y Vamos Granada han lamentado que el anterior mandato esté salpicado por la corrupción, instando al nuevo gobierno en minoría tenga la emergencia social y a los barrios como prioridad. “Hoy acaban 13 años de mala gestión municipal”, ha dicho el portavoz de IU.