Santiago Abascal fue, ayer, un paso más allá en su ataque al Gobierno. El líder de Vox anunció que en septiembre presentará una moción de censura para sacar al Gobierno «socialcomunista» de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias del poder. Si no, dijo, España se enfrentará en otoño a la «ruina» y la «muerte». Abascal, consciente de que los 52 diputados de extrema derecha no alcanzan ni un tercio de los votos necesarios para destronar a socialistas y morados, tendió la mano al PP. Una oferta que los conservadores rechazaron a los pocos minutos.

«Los españoles no pueden entender de tácticas políticas, no pueden esperar más. Evitemos lo peor y devolvamos la voz al pueblo español», sentenció Abascal tras reprochar a Sánchez el haber «protagonizado la peor gestión del mundo frente a la epidemia que llegó de la China comunista». Sin embargo, las críticas y las intenciones del líder ultra no convencieron a los populares. «No cuenten con nosotros para maniobras de distracción que refuercen al PSOE», defendió el dirigente popular Teodoro García Egea en Twitter.

«¿Por qué espera al mes de septiembre, si tan urgente es cambiar a este Gobierno? ¿Qué pasa, señor Abascal, que se va de vacaciones?», ironizó Sánchez antes de lanzar una advertencia al líder del PP: «Señor Casado, a ver qué hace. A ver si a riesgo de mimetizarse con la ultraderecha acaba usted fagocitado». En el turno de réplica Abascal dio sus motivos: «Estoy a disposición de todos los diputados para iniciar un diálogo durante el verano para poder articular esta mayoría absoluta». M. Á. RODRÍGUEZ