El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero pidió ayer un diálogo «abierto y sincero» con Cataluña. En declaraciones a la Cadena Ser, el exlíder del PSOE aseguró que «no hay alternativa» a la crisis territorial que la apuesta por un diálogo que «no cese» y donde cada uno pueda plantear «todas las alternativas». «Pronostico que antes o después el diálogo se pondrá en marcha», aseveró, para a continuación mostrarse «absolutamente convencido» de que a largo plazo «quienes apuesten por el diálogo serán los que aproximen una recuperación a la estabilidad y el entendimiento mínimo y la convivencia».

«Los independentistas hicieron un viaje a ninguna parte que no tiene retorno, pero la democracia española hace que tengamos que tender el brazo para que vuelvan de ese viaje», subrayó. «Hay que dialogar siempre, hasta el último minuto, hasta el último segundo, con el adversario más increíblemente difícil», avisó.

«Me produce perplejidad, casi alergia, oír determinados discursos actuales que condenan el diálogo, que lo excluyen y que incluso lo consideran un vicio», criticó el expresidente del Gobierno.

Por otro lado, Zapatero mostró su satisfacción con el pacto alcanzado entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. «El acuerdo con el que nos han sorprendido me ha parecido muy bien, yo deseaba que se produjera», manifestó. Por el contrario, el expresidente socialista Felipe González señaló esta semana que tiene un sentimiento de «orfandad» representativa y que no comparte que ambos partidos se hayan repartido primero los cargos, antes de acordar un programa de Gobierno.

Asimismo, afirmó que no se molestó cuando el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, reveló que fue él el alto dirigente del PSOE que le sugirió que pidiese a Pedro Sánchez las políticas activas de empleo. «Es muy difícil que yo me enfade», sentenció en su intervención.