El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha considerado este martes que "ya es el colmo" que entre los documentos que los Mossos d'Esquadra pretendieron quemar hace tres meses se incluyera la alerta emitida por EEUU sobre la posibilidad de que se cometiera un atentado yihadista en La Rambla de Barcelona.

En una entrevista en Antena 3, Zoido se ha referido a la información publicada por EL PERIÓDICO sobre el hallazgo de la alerta de EEUU entre la documentación que intervino la Policía Nacional el pasado 26 de octubre a los Mossos d'Esquadra cuando se dirigían a la incineradora de Sant Adrià con la orden de destruirla.

"Eso ya es el colmo", ha dicho Zoido al ser preguntado sobre esta cuestión, al tiempo que ha explicado que el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), dependiente del Ministerio del Interior, "también recibió esa alerta". "La pasamos inmediatamente a los Mossos", ha añadido.

Zoido se ha mostrado sorprendido por la falta de autocrítica desde los sectores independentistas que hablaron de manipulación y negaron que la Generalitat hubiera sido alertada de atentados yihadistas. "Me llama mucho la atención que no haya nadie desde Catalunya, el PDECat, ERC o la CUP, que viendo las cosas que querían quemar, no digan que había cosas que se estaban haciendo mal".

Numerosa documentación

El titular de Interior se ha remitido a la investigación en la Audiencia Nacional de la juez Carmen Lamela para sostener que "no tiene conocimiento oficial de todo lo que hay" en la documentación intervenida a los Mossos el 26 de octubre. Además de la alerta terrorista, diferentes medios han apuntado a documentos sobre seguimientos a políticos encargados del 1-O (que investiga la juez), a espionaje, instrucciones para no cumplir con el mandato judicial de impedir el referéndum o el desvío de tres millones de fondos públicos.

Zoido ha defendido que con la entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución los Mossos desempeñan sus funciones de acuerdo a la ley, con un balance "francamente muy satisfactorio" si se compara con el 1-O, cuando ha insistido que hubo "en gran parte deslealtad y actitud pasiva", permitiendo que los organizadores del referéndum llevaran a cabo un "ataque importante" para impedir la actuación de las fuerzas de seguridad que tenían que impedir la votación.