la fira de Nules nunca ha dejado de ser agrícola. Desde su origen, donde el sector tenía un protagonismo hegemónico, este certamen comercial y social ha sido escaparate para profesionales del campo, en especial de la citricultura, aunque en los últimos años se ha realizado una apuesta decidida para que la agricultura recupere un protagonismo que se había dispersado entre la diversificación de la oferta y el decaimiento general que afecta desde hace décadas a un sector sumido en una crisis que los profesionales califican como endémica.

El concejal de Agricultura, César Estañol, destacó ayer que el impulso que facilitó, en especial desde el año pasado, “la estructuración de la feria” ha tenido su reflejo en un aumento de la participación de empresas y organizaciones vinculadas directamente con la agricultura.

Entre los nuevos expositores, los visitantes podrán encontrar interesantes novedades relacionadas con la maquinaria que facilita y moderniza el trabajo en el campo o con los fitosanitarios. Aunque Estañol quiso destacar en especial “el regreso de organizaciones como Fepac-Asaja, que hacía muchos años que no nos visitaba en esta feria de Nules”.

A la pregunta de a qué puede ser debido la recuperación del interés por participar en este evento, Estañol señaló que, a su parecer, es la consecuencia de “un gran trabajo que se está haciendo desde hace varios años para convertir a Nules en el epicentro de las reivindicaciones por recuperar la dignidad del trabajo de los agricultores”.

El concejal incidió en que este municipio está abanderando la tarea para lograr una figura de calidad para la Clemenules y es la sede de la plataforma en defensa de la dignidad de los agricultores, por poner los dos ejemplos más relevantes, que se sumarían a la creación de la Associació de Llauradors local.

Todas estas cuestiones se suman a una programación complementaria que, en muchos casos, gira en torno al tema principal: la agricultura, como fue el caso, ayer por la mañana de un cuentacuentos de la fábula El árbol que no podía dejar de llorar, en la que participaron cientos de escolares de la localidad, y que pretende concienciar a los consumidores sobre su papel fundamental en la cadena de comercialización de los cítricos. Porque ayer por la mañana fue el día de los escolares en la Fira. Los que se acercaron pudieron asistir a charlas sobre herraje y veterinaria equina, pasearon en carro por el recinto ferial y vieron el trabajo en vivo de varios artesanos, solo un aperitivo de lo que les espera a quienes se acerquen a Nules a lo largo de este fin de semana.