El puerto de Castellón ha constituido siempre un elemento clave para la economía castellonense, en base a la tradición pesquera y a su indiscutible potencial como punto estratégico para el comercio.

Esta infraestructura vital ha experimentado una evolución paralela al desarrollo de la ciudad y las necesidades del progreso, hasta convertirse en un enclave esencial que en la actualidad aglutina ocio y turismo (Moll de Costa y plaza del Mar), la pesca (dársena Pesquera) y la logística (muelle de la Cerámica, muelle del Centenario, dársena Norte y dársena Sur).

El puerto ha vivido sus 117 años de historia pegado a los municipios que lo abrazan. Cuando en 1979 llegaron los primeros ayuntamientos democráticos disponía ya de unos flujos comerciales consolidados y, en consecuencia, de una situación económica estable, fruto de las medidas para avanzar en su expansión y mejorar sus instalaciones.

Al igual que los ayuntamientos han prosperado desde el 79, en aquel año se planificaron y ejecutaron proyectos de importancia, como la construcción del varadero y del muelle de reparaciones a flote para los pescadores, así como la implantación de sus instalaciones mecánicas y eléctricas. También se dieron los primeros pasos para lo que se convertiría en el muelle transversal exterior.

Puerto pesquero

La historia más reciente del Grau de Castelló corre paralela al puerto pesquero, cuya misión ha sido reunir las embarcaciones dedicadas a la pesca en la capital de la provincia. Este ha sufrido varias remodelaciones y, actualmente, tiene junto a él la lonja (ubicada en este emplazamiento tras la construcción del Moll de Costa, en la década de los 70). Situada en la dársena pesquera, tiene una superficie total de 3.200 m2. Las instalaciones se completan con un almacén de cajas de 1.652 m2, casetas con una superficie de 3.600 m2 y un secadero de redes de 5.400 m2. Adosada a la lonja de pescado se encuentra la fábrica de hielo, que cuenta con una capacidad diaria de producción de más de 100 Tm/día.

Plataforma logística

PortCastelló es la plataforma logística del Mediterráneo y su crecimiento ha sido exponencial. En 1979, ocupaba la posición 15ª en tráfico total entre los puertos españoles y hoy se sitúa en la novena. En graneles sólidos ocupaba la posición 25ª y hoy es el cuarto puerto más importante de España. En graneles líquidos ha pasado de la posición décima a la séptima. Gracias al sector cerámico, Port-Castelló ocupa importantes lugares en los ránkings de tráficos de los 46 puertos españoles de interés general. Concretamente es el quinto en tráfico de import/export, tras los cuatro grandes puertos españoles. Las cifras le sitúan en el podio del crecimiento del sistema portuario español, al crecer cinco veces más que la media.

El primer gran paso fue la inauguración, en 1999, del Muelle de la Cerámica, para graneles sólidos, que fue construido para dar respuesta a la demanda de instalaciones adecuadas en la descarga de materias primas para la industria cerámica y, en poco tiempo, el 90% de las materias primas de importación para este sector se descargaron en el puerto de Castellón, mejorando su competitividad.

Asimismo, en el año 2004 se inauguró el Muelle del Centenario, que supuso la entrada en la modernidad. Actualmente, el 50% de la exportación de baldosas cerámicas que se efectúa por mar lo hace por este muelle, que dispone de cinco grúas portacontenedores, un porcentaje que va subiendo. Por todo ello, la construcción de la dársena Norte supuso un hito importante de los primeros años del siglo XXI, al que se sumaría la construcción y puesta en marcha, en 2009, de la dársena Sur, que provocó ganar al mar 217 hectáreas de superficie logística, 3.870 metros lineales de muelles y 16 metros de calado, después de una expansión del recinto portuario del Grau por el norte con el Muelle del Centenario.

Actualmente, el acceso principal al puerto de Castellón es la autovía CS-22, a la que se accede desde la CV-10 (autovía de la Plana), la AP-7 (autovía del Mediterraneo) y la N-340 (carretera del Mediterráneo). Asimismo, la Autoridad Portuaria ha acometido las obras de renovación del acceso ferroviario Norte hasta la red ferroviaria. De este modo, las terminales de la ampliación Norte pueden disponer, para su explotación, de este transporte.

Hoy, Castellón cuenta con un puerto que conserva como un tesoro la marca de identidad de proximidad a sus sectores productivos. De hecho, más del 85% de los tráficos de mercancías lo generan las empresas de los sectores energético, cerámico, químico y agroalimentario, radicados en Castellón. Figura entre los primeros puertos comerciales españoles. Es eficiente, rentable, con tráficos diversificados, una comunidad portuaria activa y comprometida, un enorme potencial de crecimiento, y apuesta por la sostenibilidad medioambiental, social y económica.

Impulso del ocio y turismo

A partir de la década de los 70 del siglo XX el turismo comenzó a llegar al Grau de Castelló y se edificaron los primeros hoteles y apartamentos. En la década de los 90 se dio un nuevo impulso a la oferta turística y de ocio con la construcción de la plaza del Mar. Situada entre el Moll de Costa, el Club Náutico de Castellón y la lonja pesquera, fue inaugurada en el verano de 1995 para convertirse en el punto de partida de un proceso que transformaría para siempre la dársena interior del puerto. Con una superficie de 15.000 m2, acoge locales dedicados a actividades lúdicas y de restauración, una sala de exposiciones en el Edificio Moruno, una torre-mirador y una zona de paseo, con un pequeño lago y una fuente. El conjunto se completa con un espacio ajardinado y 150 plazas de aparcamiento en la parte sur. La plaza del Mar, que desde el principio acogió distintas actividades culturales y festivas, supuso una auténtica revitalización del área portuaria y permitió a los ciudadanos contar con un nuevo espacio de ocio abierto al mar.

El siguiente y definitivo paso para abrir el Puerto de Castellón a la ciudad fue la transformación del Moll de Costa en una zona de ocio con todo tipo de servicios, que llegó en paralelo a la renovación y ampliación del Club Náutico de Castellón y la apertura de Marina PortCastelló (con 200 amarres). Primero fue la construcción de un amplio parque al aire libre, con un templete para acoger actuaciones, un parque infantil y un juego de la oca a escala humana sobre pavimento de gres porcelánico, todo ello rodeado de jardines, fuentes y esculturas, algunas de ellas ya populares entre los vecinos, como la Font del Peix.

Después llegó la construcción del complejo de ocio Puerto Azahar, que incluye una completa oferta de cines, restauración, pubs, tiendas, parque infantil y un párking subterráneo con 600 plazas. Finalmente, en 2008 las antiguas atarazanas del puerto acogieron, conservando su estructura externa, la apertura de Gran Casino Castellón, con salas de juego, dos restaurantes, un auditorio para conciertos, banquetes y actos sociales, así como una amplia terraza frente al mar.

Entre este espacio y la Font del Peix, ubicación del antiguo faro de Castellón (que fue reubicado y sustituido por uno más moderno y eficiente), se construyó una réplica de esta guía luminosa, como homenaje a este testigo del pasado y el presente marítimo.

Asimismo, en los últimos años y a consecuencia de su crecimiento y transformación, el puerto de Castellón entró a formar parte de la Asociación MedCruise, para convertirse paulatinamente en punto de escala de importantes cruceros, llegando a albergar en los últimos años al buque Marella Dream (Marella Cruises), con 620 tripulantes y 1.564 pasajeros. El impulso del turismo de cruceros ha convertido a la provincia en un punto de creciente interés para los visitantes de procedencia internacional.