Caixa Rural Vila-real aprobó ayer las cuentas anuales de 2019 marcadas por la reducción de sus activos dudosos en un 18% --que repercute en una menor tasa de morosidad-- gracias a «la gestión continuada del riesgo y a las provisiones realizadas» y el incremento interanual, en un 24,7%, de su capital social.

Además, el presidente de la entidad, Enric Portalés, y el director general, Manuel Cubertorer, informaron de que el resultado después de impuestos fue de 419.000 euros «menos que el año pasado pero digno para seguir con nuestra labor social ya que cerca del 40% de este resultado se destina a Fundació Caixa Rural». Respecto a la situación actual, la entidad ha realizado cerca de 160 operaciones de crédito con empresas o autónomos y Portalés se mostró confiado en «la capacidad de Vila-real para recuperarse de situaciones adversas con la ayuda de Caixa Rural y otras entidades».