Como el vaivén de las olas, la bandera azul vuelve al litoral de Castelló. Llega el verano y con él, la Q de Calidad avala el compromiso con la sostenibilidad turística y educación ambiental que mantienen las playas del Grau. Así, los 4,5 kilómetros de costa se consolidan como referente turístico por la calidad de sus servicios, instalaciones y medio ambiente, por su ubicación y cercanía con la ciudad, buena conexión con el transporte público, la excelente gastronomía y una atractiva oferta de actividades de ocio y culturales.

Cada año las playas renuevan la bandera Q de Calidad gracias a la amplia oferta de servicios que prestan. En este sentido, el gobierno que lidera Amparo Marco continua su apuesta por un modelo de gestión inteligente que haga posible una costa más inclusiva, sostenible, accesible y segura. Para ello, las playas del Grau cuentan con una zona canina, puntos de wifi gratuito, acceso a minusválidos, aseos públicos, duchas, puntos bebé, servicios de limpieza, vigilancia a través del personal de socorrismo y de la Policía Local, puntos de la Cruz Roja, bibliotecas del mar, puntos de información, zonas deportivas y de juegos, sombrillas y hamacas.

En esta línea, cabe destacar la puesta en marcha de las pulseras inteligentes que permiten a las familias que visiten las playas localizar a los niños y niñas a través de un chip. Por otro lado, las actuaciones como el parking de autocaravanas junto a la Playa del Pinar han contribuido a desestacionalizar e internacionalizar el turismo y convertir a sus usuarios en prescriptores de Castelló. De cara al futuro, la ciudad trabaja por un producto turístico que pasa por “vivir y explorar experiencias y sensaciones”, según adelantó Marco en la pasada Feria Internacional de Turismo Fitur.

La playa en sí misma invita a la desconexión, pero también al entretenimiento. Es por ello que el Ayuntamiento programa en la época estival actividades de yoga y tai-chi, talleres de recogida de residuos, cine de verano, conciertos, juegos y pruebas participativas de concienciación por el medio ambiente. Asimismo, en el litoral hay cabida para la aviación, astronomía y biología, que impregnan de conocimiento los alrededores de las playas, signo distintivo que dibuja un paisaje único. El aeroclub a espaldas de la playa Gurugú; el Planetario como una de las ofertas más interesantes de la playa del Pinar; y la zona de protección dunar que abraza la playa del Serradal, constatan el valor añadido del litoral de Castelló. En esta última, cabe señalar que la reserva arenal da cobijo al Chortilejo Patinegro, incluida en el Libro Rojo de las Aves de España en la categoría de vulnerable. Por ello, y por las cualidades del terreno, la Conselleria de Transición Ecológica declaró en 2017 la playa del Serradal como Micro Reserva de Flora. Para garantizar su protección, el consistorio señaló el perímetro con 132 metros de valla y colocó carteles que prohibían el paso. Por todo ello, y mucho más, Castelló vuelve a lucir bandera azul.