En el renovado Camí la Plana de Castelló, un proyecto cofinanciado por Europa a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), se han cuidado los detalles hasta el extremo para hacer de este emblemático vial --que vertebra a lo largo de 3,8 kilómetros el trayecto entre la ciudad y el mar-- un eje seguro, abierto al ocio saludable y a la vida al aire libre.

La Navidad ha llegado a la ciudad con este regalo en forma de corredor verde, que, además de ampliar la red ciclopeatonal urbana y poner en valor esta histórica senda, blinda la seguridad vial. Una seguridad que arranca por la propia iluminación. Inexistente hasta la fecha, desde este mes de diciembre 160 farolas dobles (con un brazo hacia la calzada y otro hacia el carril ciclopeatonal) y un total de 320 luminarias de tecnología LED se abren paso ante vehículos, ciclistas y peatones. El perfil seguro del camino sigue con la limitación de la velocidad a 50 kilómetros por hora y la instalación de siete badenes y de 20 pasos de peatones --marcados superficialmente sobre la acerca para las personas invidentes--. También se ha elegido un asfalto más seguro ante episodios de lluvia y se han colocado elementos físicos entre los carriles y las viviendas para proteger el acceso a las mismas. La seguridad la ganan también ciclistas y peatones, que disponen --gracias a esta actuación de 4,5 millones de euros cofinanciada por Feder y el Ayuntamiento de Castelló-- de un carril ciclopeatonal de 3,8 kilómetros que transcurre en paralelo a la emblemática acequia de la Plana que vertebra el camino.

Actividad física

Este carril ciclopeatonal invita a la actividad física al aire libre, a pie o sobre dos ruedas. Incorpora 23 bancos anexos a arbolado para garantizar la sombra, especialmente por las tardes, durante las horas de mayor tránsito; y cuatro fuentes, dos de ellas con doble seno adaptadas a personas con movilidad reducida.

La limpieza la garantizan las 23 papeleras instaladas y los 46 contenedores (más del doble de los que había) ubicados en áreas reservadas en la jardinera, por lo que las personas usuarias pueden acceder a ellos de manera segura por la misma acera ciclopeatonal. La actuación ha servido para poner en valor la acequia de la Plana, que transcurre descubierta en dos de sus tramos. Protegida por una barandilla, permite a la ciudadanía asomarse sin peligro e incluso disfrutar de sus vistas desde el mirador habilitado en el extremo este del vial, en el término del Grau.

Con el nuevo Camí la Plana Castelló transita hacia un modelo de ciudad que apuesta por la movilidad sostenible y por imprimir utilidad a sus espacios públicos, por ponerlos al alcance de todas y todos.