Carmen Rubert, 18 años, es la reina de las fiestas de 2019. Se describe como una joven con las “inquietudes, sueños e ilusiones que tiene cualquier persona de mi edad”. Cursa 2º de Bachiller y se prepara para Selectividad. Conoce la tradición local y la fiesta desde pequeña por su implicación en grupos como la Purísima, el conservatorio Mestre Goterris o en el Club de Temps Lliure. Es de la peña Trafalgà y del reinado espera conocer la fiesta desde un punto de vista “más global y activa”. Según afirma, uno de los privilegios del cargo.

Pero Carmen no está sola. La acompañan, como damas, Àgata y Bàrbara Martínez, Isabel González y Tania Ripollés. Dice sentirse afortunada de haber encontrado a las cuatro y que ya tienen una “conexión entrañable”. “Nos sentimos ya como miembros de una misma familia. Nos complementamos a la perfección”, afirma. Le pedimos que describa a cada una de ellas. Dice que cada una aporta un valor para que “el grupo sea cohesionado y equilibrado”. “Àgata es serenidad. Su forma de ser, tan tranquila hace que no pierda nunca la paciencia. Bàrbara es comprensiva y empática, está ahí siempre que se necesita. Tània es muy risueña y divertida, inyecta alegría al grupo. Isabel es la más extrovertida, tiene una personalidad que con cualquier cosa te alegra el día”, cuenta.

Respecto la posibilidad de incluir chicos en la corte afirma que sería una “iniciativa ilusionante” al igual que considera “entrañable” que hace años hubiera corte infantil.

Desde que le propusieran ser parte de la corte hasta la fecha asegura que ha experimentado toda una serie de sentimientos que “merecen la pena ser vividos por cualquier joven”. Nervios, alegría, ilusión y expectación son algunas de las emociones desde su nombramiento y que la llevan a asumir con mucho respeto “este regalo”, en referencia al reinado, ya que significa “representar a la mujer vila-realense y así mismo a toda la ciudad”.

ESTRENO

La proclamación, el primer acto oficial en el que fueron las auténticas protagonistas, era muy esperado por las cinco. Pese a los nervios, tenían miedo de que les pasara una “mala jugada”, todo salió a la perfección gracias, reconocen, a la labor de la Comisión de Protocolo a la que agradecen su esfuerzo así como al resto de asistentes.

La reina valora de forma positiva las novedades como la declaración de la Nit de Xulla como Fiesta de Interés Turístico, la reformulación de la crida o el encierro de encastes -afirma sentir un profundo respeto por el toro y todo lo que lo rodea-, porque demuestran que la ciudad está “en continua evolución”.

Cuando le pedimos un mensaje, anima a la ciudadanía y, en especial a los más jóvenes a que se acerquen a los actos protocolarios, y concluye: “Sin vosotros las fiestas no serían posibles. Necesitamos vuestro afecto para hacer fácil una responsabilidad que esperamos llevar con el mayor respeto y con una gran ilusión”.