Vila-real lo tiene todo preparado para rendir un sentido homenaje a su patrona, la Mare de Déu de Gràcia, que llegará esta tarde a la iglesia Arciprestal, su casa durante estos 10 días. Suele, o solía pensarse, que éstas son unas fiestas que se viven con menor intensidad que las de mayo, en honor a Sant Pasqual, ya que la gente ha tenido vacaciones —y desconexión— recientemente y es posible que veranee o haya acudido a alguno de los muchos municipios que celebran sus festejos en el periodo estival. Pero son los propios representantes de entidades festivas los que ponen en duda esta máxima, especialmente este año. Con cerca de 310 actos, entre los oficiales y los ‘off’, las de la Mare de Déu serán unas de las fiestas con mayor actividad de los últimos años. Seguramente ayude que desapareciera la recuperación de exámenes en septiembre por lo que, especialmente los estudiantes universitarios, los jóvenes pueden vivir estos días con mayor intensidad y sin demasiadas preocupaciones académicas.

Estos festejos vienen marcados por la celebración de los 40 años de vida de la Comissió de Penyes, que aglutina a más de un centenar de colectivos, y que impulsa la Fira Gastronòmica. Y como un guiño, con opciones de llegar para quedarse, el programa de fiestas no se presentó en un espacio municipal sino en la peña Morapio.

A tener en cuenta que el Villarreal CF recibe este domingo al Real Madrid, lo que ha motivado que se adelante, media hora, la misa y procesión, desfile que invertirá el recorrido respecto a otros años. No faltarán las actividades infantiles, las exposiciones, los actos gastronómicos y los taurinos, las citas con la solidaridad y mucha música.