Las condiciones meteorológicas ya no son como hace cuarenta años. La temperatura media de los termómetros ha experimentado un claro aumento, si bien el calentamiento global no ha sido ni constante ni regular. Los periodos de sequía han ido alternándose con episodios cada vez más frecuentes de lluvias torrenciales e inundaciones, la catástrofe natural que más daños genera. Y Castellón está en el mapa de esa España inundable, en el que la franja que va desde Vinaròs hasta Peñíscola es una de las más sensibles a las crecidas de ríos y avenidas.

En este marco, la regresión del frente litoral marino es impactante. Expertos europeos avalaron un informe al respecto gestado en la Universitat Politècnica de València en 2007 que concluía que la costa de la provincia era la más afectada de toda la Comunitat dada su morfología, su ubicación geográfica, las corrientes marinas y los puertos que se han construido.

Es por ello que durante muchos años, los munícipes de las localidades más afectadas por el temporal -sobre todo, en el litoral sur de la provincia—han luchado por proteger y mejorar sus playas, cuyas inmediaciones sufren daños continuados y por lo que se enfrentan, cada año, a un desafío difícil de vencer: frenar la regresión.

La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar desbloqueó los procesos de contratación de la redacción de los proyectos previstos para la consolidación de la franja costera de la zona sur de la provincia de Castellón hace un par de años. A día de hoy, hay constancia oficial de avances en Almenara y Nules. Esta última localidad se considera una de las más afectadas por la regresión, puesto que es la situada más al sur desde el Puerto de Burriana, que es el que genera los efectos marinos que ahora deben mitigarse. En consecuencia, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el pasado 27 de octubre la licitación de la redacción del proyecto constructivo para la estabilización del tramo de costa de la playa de Les Marines, en la localidad nulense. De los detalles del citado proyecto destaca que, en su parte expositiva, afirman que «con las tasas tan elevadas de regresión, se concluye que la costa no es sostenible en la situación actual». Para revertir esta problemática se propusieron dos soluciones, la prolongación de los cuatro espigones actuales en este tramo de playa (entre 100 y 120 metros) y la regeneración con el aporte de sedimento hasta alcanzar la anchura mínima de playa (30 metros) asegurando un resguardo mínimo en condiciones de temporal, todavía en proceso.

En otro de los municipios, Moncofa, Costas ha adjudicado la redacción del proyecto del tramo que transcurre desde la desembocadura del río Belcaire hasta la playa de l’Estanyol, justo al límite con la playa de Xilxes. Este tramo, con una longitud superior a dos kilómetros, contempla el alargamiento de los diques que conforman la desembocadura del Belcaire. A ello se suma la construcción de un espigón en forma de L, otro longitudinal, la prolongación del dique norte de encauzamiento de la gola y el vertido de unos 200.000 metros cúbicos de arena. Trámites que suponen un avance en el plan contra la regresión del litoral sur de la provincia y que se produjo poco después de que los alcaldes afectados (Almenara, la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules, Almassora y Burriana) hicieran público su malestar por el hecho de que Costas esté demorando la construcción de los espigones más de lo previsto.

Regeneración de la playa del Gurugú

La playa del Gurugú se encuentra inmersa en una profunda transformación. El Ayuntamiento ha impulsado un proyecto de regeneración del entorno que, además, permitirá poner en valor el paseo. El objetivo radica en mejorar la proyección de la zona, aprovechando la ampliación del arenal con la eliminación de la histórica edificación.

la Dirección General de Costas, potenciará la diversidad paisajística. En efecto, y como avanzó la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, se crearán ecosistemas dunares con especies aborígenes que desempeñen una función de barreras naturales para proteger el espacio ajardinado próximo a la alameda. Otra característica del cordón vegetal radica en el doble muro como freno de contención frente al avance de la arena hacia el interior. Al existir dunas móviles y fijas afianza el arenal e impide que los portes arbóreos se asienten sobre un suelo con mayor salinidad. Una solución para revitalizar el Gurugú.