Cuando vienen algunos amigos de otros lugares de España a conocer Nules y la comarca por primera vez, siempre se quedan sorprendidos por nuestro paisaje singular, pueblos rodeados del manto verde de nuestros cítricos. Varias generaciones han cultivado cítricos, especialmente la clemenules, habiendo creado riqueza y puestos de trabajo para tanta gente, y pocas son las familias que no tienen alguna parcela, por pequeña que sea, y es copartícipe de esta tradición tan nuestra y que aún hoy sigue indudablemente viva.

Evidentemente no concebimos nuestra comarca, nuestros pueblos, sin el manto verde del cítrico. Tampoco durante estos meses nos podemos imaginar los bares a primera hora de la mañana vacíos sin gente tomando un carajillo antes de ir al campo, los almacenes sin actividad, o las carreteras y caminos rurales sin los camiones y coches que nos indican que están recogiendo la naranja para poder llenar los mercados de nuestra joya más internacional.

No lo podemos concebir porque efectivamente sería, simplemente, dejar de ser lo que somos, lo que hemos sido durante tanto tiempo y lo que queremos seguir siendo.

nos jugamos la supervivencia

Y esta vez no es simplemente una mala campaña y al año que viene seguro que va mejor. Nos jugamos la supervivencia de un sector productivo entero, miles de puestos de trabajo y el dejar de ser lo que somos y de hacer lo que mejor sabemos hacer. Y esto, señores, no es cosa menor. El tratado de libre comercio entre la Unión Europea y los países de África Meridional, especialmente Sudáfrica, ampliará cada año el periodo por el cual podrán entrar naranjas a nuestros mercados libres de aranceles.

Periodo que además coincide plenamente con nuestra campaña lo que motiva directamente la caída de precios de nuestros cítricos. Es evidente que no podemos competir con las condiciones laborales y de costes de Sudáfrica y por ello el Gobierno de España tiene la obligación de activar la cláusula de salvaguarda establecida en el propio tratado y proteger el futuro de nuestros campos, de nuestros pueblos y de nuestra gente.

no toleramos la pasividad

No vamos a tolerar la pasividad del Gobierno de España, especialmente del Ministro de Agricultura, que ha realizado declaraciones desafortunadas e indignas y que nos dejan clara, una vez más, que nuestros campos no les importan; que el tratado europeo abre posibilidades a otros comercios y que por tanto somos moneda de cambio.

Perder nosotros, una vez más, para que otros sigan ganando. Por eso es necesario que digamos basta y defendamos nuestra dignidad por encima de todo. El pasado 18 de diciembre salimos a la calle a movilizarnos en 30 municipios, especialmente de la plana, llenando las plazas de gente digna diciendo a Europa alto y claro que nuestra dignidad no es moneda de cambio.

No ganamos ninguna batalla, de hecho el Gobierno de España y Europa no han movido un dedo por nosotros, ni han convertido en realidad ni una sola de nuestras reivindicaciones y preocupaciones. Pero ese día ha de ser un punto de inflexión, el inicio de movilizaciones y acciones contundentes para defender nuestros cítricos.

Demos la batalla y hagamos lo que nuestros representantes en Madrid y Bruselas no están siendo capaces de hacer. A este año 2019 que entra le pido dignidad para los agricultores y que salvemos nuestros campos, miles de puestos de trabajo y la esencia de nuestra región.

Unámonos y seamos capaces de exigir lo que nos corresponde ante quien haga falta. No está en juego una campaña, sino el presente y futuro de nuestra tierra, y lo más preciado del ser humano: su dignidad. Y no es moneda de cambio.