Ingeniero Agrónomo, formado en la Universidad de Gante (Bélgica), Bruno De Bièvre trabaja en el grupo UBE Industries desde hace más de 25 años y es presidente de UBE Corporation Europe desde el 1 de abril de 2015. Igualmente, desde abril de este ejercicio ha sido nombrado oficial ejecutivo dentro del comité de dirección de UBE Industries.

--PREGUNTA: Este año se celebra el 50 aniversario de la planta de caprolactama, que pertenece a UBE desde 1994. ¿Cómo comenzó la conexión entre UBE Industries y la anterior Proquimed?

--RESPUESTA: Productos Químicos del Mediterráneo producía desde 1968 caprolactama, el monómero del nylon, y UBE es desde hace años un importante actor global en el mercado del nylon, fabricando tanto el monómero como el polímero, es decir, el nylon o poliamida.

En los años 70 y 80, la industria textil era potente en Europa y había varios fabricantes de estas materias, pero el peso se desplazó hacia la zona asiática y la competencia se agudizó. El lógico proceso de reajuste en el sector, junto con el interés de BP Oil, propietario de Proquimed desde 1991, en centrarse en sus actividades de refino, propició el acercamiento de UBE.

Tras la compra en 1994, se inició la modernización en la planta de El Serrallo. Se mejoró mucho la gestión ambiental y se reaprovecharon corrientes residuales, se modernizaron los procesos productivos y, mediante transferencia de tecnología, se consiguió diversificar la cartera de productos y aumentar el valor añadido en Castellón.

--P. ¿Considera que, sin UBE, la empresa hubiera sido viable?

--R.: No olvidemos que en 1985 España se unió a la Unión Europea y la economía se estaba abriendo a la competencia. Seguramente, con el tiempo se hubiese hecho imprescindible encontrar un socio dispuesto a aportar capital y tecnología para dar un nuevo impulso a la empresa.

Existían otras empresas europeas importantes, pero para UBE fue también positivo establecer una presencia sólida y continuada en Europa y poder contar con el apoyo de una plantilla muy preparada y profesional, capaz de desarrollar proyectos estratégicos y gestionar eficientemente la empresa. Sin duda, la feliz coincidencia ha dado unos resultados muy positivos desde todos los puntos de vista.

--P. Como representante de un inversor extranjero en la Comunitat, ¿cuál es la experiencia de UBE tras adquirir el complejo productivo de El Serrallo hace casi 25 años?

--R.: Creo que se han alcanzado los objetivos marcados en los distintos planes a medio plazo. Hoy, el nylon de UBE sigue teniendo un gran prestigio en todo el mundo por su calidad y tecnología, independientemente de que esté fabricado en Japón, Tailandia o Castellón.

Desde aquí vendemos además productos de química fina y fertilizantes a cuatro continentes, hemos pasado de los 200 puestos de trabajo de 1994 a los 450 actuales en nuestra ciudad, cualificados y de larga duración, nuestro centro de I+D colabora con universidades, empresas y centros tecnológicos punteros. La empresa escucha y dialoga con todas las administraciones públicas de forma transparente para actuar día a día de manera responsable, como un buen vecino. Esto es una realidad muy importante y la base del futuro para cualquier empresa, institución o comunidad.

--P. ¿Qué aspectos más importantes considera que debe celebrar la empresa en este 50 aniversario del complejo productivo?

--R.: Medio siglo de existencia es por sí mismo un hito notable, que llena de alegría a cualquier persona. En el caso de una empresa u organización es un indicativo de que las cosas se están haciendo bien, de manera sostenible.

Si no hay una aportación neta de valor y una clara voluntad de seguir modelos de gestión económicamente viables, seguros y respetuosos con el medio ambiente, ninguna empresa tendrá futuro. UBE ha podido crecer con Castellón durante estos años porque ha seguido este modelo, al igual que nuestra matriz de Japón, que cumplió en 2017 los 120 años de existencia.

Celebramos, en definitiva, una larga trayectoria, basada en el apoyo y respaldo que todos nos han brindado: empleados, sociedad de Castellón, proveedores, clientes y accionista... Considero con sinceridad que el mérito recae en todos.

--P. ¿Qué aporta UBE actualmente a Castellón?

--R.: Los productos que salen de UBE se emplean en aplicaciones que permiten a las personas mantener una calidad de vida compatible con el respeto medioambiental: vehículos cada vez más ligeros y eficientes con menor consumo, alimentos que se conservan durante periodos más largos, evitando su deterioro y desperdicio; pinturas y barnices más duraderos, fertilizantes para nuestro sector agrario...

--P. ¿Qué supone el equipo humano de la provincia en la evolución positiva de UBE?

--R.: Las 450 personas que trabajan aquí y que han nacido y se han formado en nuestra provincia son las que realizan todas las funciones de producción, innovación, venta, calidad, planificación, etc. Nuestro personal, así como los contratistas y organismos que trabajan con nosotros, como la UJI, la Cámara, empresas azulejeras, transportistas y empresas de servicios, están elevando con su buen hacer el prestigio profesional de nuestra región a nivel nacional e internacional.

Todos juntos producimos más valor añadido desde Castellón, con un 22% menos de emisiones de CO2 que hace 12 años, con un consumo energético un 8% inferior a hace dos años, y sin ningún accidente con baja desde hace cuatro años y medio. Todo esto lo aportamos y al mismo tiempo, se lo debemos a Castellón, y queremos seguir mejorando y avanzando.

--P. ¿En qué han consistido los eventos de celebración del 50 aniversario de la firma?

--R.: En abril celebramos un encuentro con todo el personal en el Paraninf de la UJI, para reflexionar sobre nuestra trayectoria y escuchar una motivadora charla de Víctor Küppers. Y el 21 de junio pudimos reunir a antiguos y actuales empleados, clientes, proveedores, autoridades y sociedad de Castellón, para conversar sobre la Buena Química, la única que estimamos posible y que se basa en el respeto, el estudio y la innovación.

La cita fue en el Auditori y se cerró con una actuación artística inigualable, de la mano de la compañía japonesa Enra, que presentó su montaje Voyager. Por último estamos estudiando otros eventos en la ciudad para antes de fin de año.