Han vuelto hace dos semanas, pero su mente y su corazón continúan allí. Se trata de Laura Pastor, Celina Goterris, Pablo González, Tomás Vidal e Isabel Almodóvar, cuatro estudiantes de Enfermería y la coordinadora de la titulación, de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Castellón.

Los cinco han disfrutado de una de las experiencias más enriquecedoras de sus vidas: un voluntariado sanitario en Ghana, de la mano de la ONG castellonense Youcanyolé.

A lo largo de dos semanas el grupo de Enfermería del CEU ha trabajado como uno más con los miembros de la misión, compuesta por una veintena de personas, entre médicos, enfermeros, odontólogos y personal de logística.

Los estudiantes y la profesora de Enfermería han colaborado con entusiasmo en los retos que se había propuesto Youcanyolé: revisiones médicas y odontológicas a los niños de un colegio de la población de Abor; asistencia médica gratuita y revisiones odontológicas y de agudeza visual en el dispensario de Lume; asistencia itinerante en poblados colindantes a los que no llega la salud pública; organización de varios talleres de higiene bucodental, lavado de manos y desparasitación; reparto de gafas y ropa a niños y adultos... Y en los ratos de descanso, a jugar con los niños y a seguir exprimiendo la vivencia, ya descansarán a la vuelta.

UN ÉXITO // Una misión que ha resultado un éxito en lo sanitario y también en el plano del aprendizaje para los estudiantes de la Cardenal Herrera, tanto en la vertiente enfermera como en la humana.

“Es algo que hay que vivir. Como experiencia personal es bueno conocer nuevos lugares y culturas para crecer interiormente”, explica Laura Pastor. “En lo sanitario es un cambio radical. Las condiciones son muy diferentes. Es bastante difícil trabajar en un país así y por eso creo que también nos hace crecer como profesionales de la enfermería”, añade la estudiante. Por su parte, Celina Goterris asegura que para ella “es una de las mejores experiencias que se pueden vivir”. “Como futura enfermera, me siento genial por poder curar a los demás y ayudarlos en su salud, y como persona creo que la que más ha salido ganando soy yo, ya que he aprendido miles de cosas y, sobre todo, empiezo a valorar muchísimo más las que tengo aquí”.

“Ha habido momentos increíblemente bonitos, momentos tristes, de alegría y de debilidad, pero todos ellos han valido la pena y me han servido para formarme como profesional y como persona”, corrobora Tomás Vidal, quien se refiere al impacto que supone conocer en primera línea la falta de recursos y la pobreza más absolutos. Así lo explica su compañero Pablo González: “Estuvimos en bastantes poblados de los alrededores del orfanato y la verdad es que te das cuenta de lo que es la pobreza extrema. Son personas que no tienen nada y, sin embargo, siempre están con una sonrisa en la cara y muy agradecidos. Allí donde ibas te seguían muchísimos niños sonriendo y cogiéndote de la mano, porque no siempre hay gente que va a ayudarles”.

Los cuatro estudiantes de Enfermería, que solo tienen palabras de elogio sobre la calidad profesional y humana del equipo de Youcanyolé, quieren repetir experiencia. Y esa es la idea, continuar colaborando en próximas misiones, como asegura la coordinadora de Enfermería de la CEU-UCH de Castellón, Isabel Almodóvar. Además, si todo se desarrolla según lo previsto, el objetivo es que en la próxima se integren también estudiantes de Magisterio del CEU. H