Hace seis años su padre ya representó la figura del humilde labrador Perot de Granyana en las fiestas patronales de la Mare de Déu del Lledó. Es el único castellonense que tiene el privilegio de coger a la virgen más castellonera en brazos y bajarla desde el camarín hasta el altar de la basílica o viceversa y colocarla en la peana. Sergio Renau, uno de los Perots más jóvenes de la historia de Lledó, 30 años, señala que es un “orgullo sostener en los brazos la imagen de la patrona”.

En su encuentro con el ámbito lledonero es consciente de la gran veneración que sienten los castellonenses. A medida que ha ido asistiendo a cada uno de los o actos y celebraciones desde que fue elegido precisamente ahora hace un año ha constatado como la ciudadanía, al margen de creencias de ámbito personal y de fe, tiene en la Mare de Déu del Lledó un apoyo, un baluarte, una entrega desmedida. “Todos quieren estar con la Virgen”, subraya, evocando los pasos por el manto, las celebraciones religiosas, y los constantes encuentros de los castellonenses con su icono religioso más sagrado.

TIERRAS EN RAMELL

Para ocupar el cargo de Perot es necesario tener tierras en las partidas que rodean a la basílica. “En mi caso en la partida de Ramell”, asegura Sergio quien solo tiene palabras de gratitud hacia la junta de gobierno de la Real Cofradía. “Sin apenas conocer a nadie me están tratando con verdadero cariño; son una gran familia a la que les une el amor y la devoción hacia la Mare de Déu”, manifiesta Renau, consciente del privilegio de poder estar tan cerca de la referencia mariana de Castellón.

Como Perot 2016, Sergio Renau invita a los ciudadanos a que participen y disfruten de las fiestas patronales, que asistan a cada uno de los actos y que muestren una vez más su cariño y devoción a la virgen más castellonera. Castellón tiene, un año más, su cita de fervor y devoción cuando llega el primer domingo de mayo. Este año, por mor de los caprichos del calendario, todavía con abril muy próximo (hoy estamos a 29), y con un mayo recién neonato (el domingo solo estaremos a 1, Primero de Mayo), en un nuevo torrente de fe y expresión mariana. H