A estas horas están preparando el equipaje y despidiéndose de unas personas que han sido su prioridad durante las dos últimas semanas y que les han marcado para siempre. Los estudiantes del CEU que han participado en la última misión humanitaria de la ONGD Youcanyolé en Ghana regresan mañana a Castellón.

Son las alumnas de Medicina Patricia Escolar, Marta Gimeno y Claudia Dols, y las estudiantes de Enfermería María López, Andrea Melian, Naiara Picazo y María José Andreu. Les acompañan, además, el profesor de Enfermería Rafael González y Félix De la Fuente, un estudiante del ciclo superior de Imagen para el Diagnóstico del Instituto Superior de Estudios Profesionales CEU. Vuelven con las maletas llenas de un aprendizaje sanitario muy valioso para su inminente futuro como profesionales de la salud, pero, sobre todo, con una experiencia vital imborrable.

Así lo cuenta el profesor del CEU: «Creo que esta vivencia marcará a cada uno de ellos para siempre, porque uno nunca vuelve igual cuando va a África a poner su granito de arena». González, que ya viajó el año pasado, considera que participar en una misión como esta «aporta una experiencia única, que te da una nueva concepción de los problemas y necesidades del hombre». «Te hace darte cuenta de que creemos que lo sabemos todo y de que no sabemos casi nada. Pero, sobre todo, te hace creer de nuevo en el ser humano», subraya.

Profesionales humanitarios

«Para mí, como docente, es un lujo ver crecer a mis alumnas en el plano sanitario, pero sobre todo humano, que al final es lo que marca la diferencia entre un buen profesional y otro», añade Rafael González.

El profesor destaca, además, que todos los alumnos del CEU «se han integrado en este equipo humanitario formando un solo grupo, que se ha complementado a la perfección y que ha permitido batir récords de asistencia sanitaria de calidad gracias a su implicación y a sus conocimientos de enfermería y medicina». «Es un orgullo para mí haberlas tenido como compañeras en Ghana», manifiesta el enfermero.

Los futuros profesionales de la salud que se han sumado a este proyecto todavía no han terminado de asimilar la experiencia. Así lo cuentan las futuras médicas y enfermeras a unos días de retornar a Castellón: «Aquí cada día es más sorprendente que el anterior. A veces nos miramos entre nosotras, sin creer lo que estamos viviendo», afirma Naiara Picazo. «Es la mejor aventura que se puede vivir», añade María López. «Una experiencia única e increíble que todos deberíamos vivir una vez en la vida», asegura María José Andreu. «Es lo más bonito que he hecho en mi vida. Son tantos los sentimientos que no se pueden describir», comenta Andrea Melian. Para Claudia Dols, «el compañerismo y la ilusión han hecho que cada día de la misión haya sido especial». Por su parte, Patricia Escolar, que destaca el aprendizaje que aportan diariamente este país y su gente, asegura que al final del día «la emoción y la sensación de plenitud es inmensa». Y Marta Gimeno concluye: «Estas personas nos han transmitido continuamente su amor y gratitud con cada mirada y cada sonrisa. Nos enseñan lo poco que se necesita para vivir una vida inmensa».

Misión de Youcanyolé

A lo largo de dos semanas, la primera coincidiendo con las fiestas de la Magdalena de Castellón, los nueve voluntarios del CEU han trabajado codo con codo con los miembros de la nueva misión humanitaria de la ONGD, de los que solo tienen palabras de elogio. Una expedición integrada por una veintena de personas más, entre médicos, enfermeros, odontólogos y personal de logística.

El equipo solidario del CEU ha colaborado activamente en los numerosos retos de la expedición humanitaria, tanto en las revisiones médicas y odontológicas realizadas a niños y mayores de numerosos poblados del país africano, como en la organización de talleres de educación sanitaria relacionados con la higiene bucodental y la desparasitación, y en el reparto de gafas y ropa donadas por los ciudadanos de Castellón. Otra misión exitosa.