Escoger un acto dentro del programa de las fiestas patronales de Sant Vicent en la Vall d’Uixó puede ser bastante complicado, pero parece indiscutible reconocer que uno de los más multitudinarios y con más implicaciones para la promoción de la ciudad es la popular Fira, que ayer abrió sus puertas para ofrecer a los visitantes cuatro días de ofertas comerciales, gastronómicas, culturales, solidarias y lúdicas. Porque así es este evento que, organizado por la comisión de fiestas, tiene un alcance que va mucho más allá de lo simbólico.

La organización este año no lo tenía fácil. Así lo reconoce una de las responsables, Ester Porcar, quien afirmó que “a pesar de coincidir con la Feria de Sevilla, no ha variado el número de expositores”. No sería la primera vez que sucediera, pero este año la Vall no se ha visto afectada. 180 feriantes llenarán un recinto que paraliza el centro de la ciudad para convertirse en un gran escaparate de esta ciudad.

Porcar señaló ayer que, como podrán comprobar quienes se acerquen a la Vall estos días, “entre los participantes hay más empresas de automoción, también de gastronomía, una más que en ediciones anteriores del sector agrícola y un bulevar comercial que este año es espectacular”, entre las novedades más relevantes que afectan a la programación prevista.

Un ejemplo de los atractivos adicionales con los que se encontrarán los visitantes será el que se ha preparado en la calle Onda, con un rincón gastronómico donde se han programada actuaciones en vivo.

El evento, en cuya inauguración participó la Consellera de Vertebració del Territori i Habitatge, Mª José Salvador; la alcaldesa, Tania Baños y otros representantes de la corporación municipal, que acompañaron a la reina de Sant Vicent, Mar Fas y el resto de la comisión, es una verdadera caja de sorpresas que, si el tiempo acompaña, espera recibir a miles de personas que encontrarán un abanico de sensaciones.