La tecnología de bombeo en centrales hidroeléctricas se ha consolidado como la mejor alternativa para el almacenamiento de energía, con un rendimiento muy superior a las baterías más eficientes del mercado, que tienen todavía un amplio desarrollo técnico por delante para convertirse en una realidad eficaz de cara al futuro.

Iberdrola lidera esta tecnología de generación eléctrica, con una potencia instalada y en construcción de 4.512 megavatios. Esto incluye la capacidad operativa que ya tiene la empresa en España (3.192 MW) y Reino Unido (440 MW), así como los 880 MW que entrarán en funcionamiento en Portugal en los próximos años, cuando finalice la puesta en marcha del complejo hidroeléctrico del Alto Támega.

La capacidad potencial de producción de la potencia con la que cuenta Iberdrola, que incluye tanto bombeo puro como bombeo mixto, es del orden de 5.000 gigavatios hora (GWh), equivalente al consumo de más de 1,5 millones de hogares españoles durante todo un año. Para replicar esta capacidad de almacenamiento se necesitarían aproximadamente 500 millones de baterías domésticas de 10 kilovatios hora (kWh).

En esta línea, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, señala que “el almacenamiento de energía será fundamental” en el escenario global de los próximos 25 años. Cabe destacar que en España la compañía cuenta con la mayor instalación de estas características de Europa: el complejo de Cortes-La Muela, en Valencia. Además, tiene diversas centrales de bombeo en las cuencas del Duero (Aldeadávila II, Valparaíso y Villarino), del Tajo (Torrejón, Gabriel y Galán y Guijo de Granadilla) y del Sil (Conso, Soutelo, Puente Bibey y Santiago Jares). h