Aprender a ser maestros inclusivos mientras aportan su granito de arena a entidades que trabajan la inclusión desde el deporte. Es lo que han hecho los estudiantes de tercero y cuarto de Educación Primaria del CEU. Y con aliados de referencia como CODIFIVA (Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de la Comunidad Valenciana) y el Club de deporte adaptado Adaponda.

Se trata de un novedoso proyecto de innovación docente impulsado por profesores del CEU, a través de dos asignaturas de cursos diferentes, que han unido sus esfuerzos para reforzar el aprendizaje de los estudiantes de Magisterio en el ámbito de la educación especial y del deporte, otra de las grandes apuestas formativas de esta universidad.

¿Pero cómo se ha articulado este proyecto? La iniciativa arrancó el pasado mes de septiembre con una charla impartida por responsables de CODIFIVA para que los alumnos conocieran la realidad de los colectivos con diversidad funcional.

A continuación, los estudiantes de cuarto de Educación Primaria plantearon un reto a los de tercero: un niño o una niña con algún tipo de discapacidad tenía que gozar de las mismas oportunidades de éxito que el resto de sus compañeros durante su participación en actividades físico-deportivas. Para ello, los estudiantes de tercero debían diseñar un plan de intervención con orientaciones didácticas y materiales específicos que lograran situar a estos niños en un plano de igualdad respecto a los demás. Lo que en términos pedagógicos se conoce como un Plan de Atención de la Diversidad.

En paralelo, mientras lanzaban el guante a los estudiantes menos veteranos, los de cuarto, distribuidos por equipos, se preparaban para afrontar su propio reto: un proyecto de sensibilización hacia las personas con discapacidad poniendo el foco en un deporte adaptado elegido por ellos mismos.

Finalmente, tras muchas horas de investigación y trabajo cooperativo, los futuros maestros tuvieron la oportunidad de mostrar sus conclusiones y materiales a responsables y usuarios de Adaponda, en una intensa jornada que concluyó con una convivencia entre estudiantes y deportistas de este club de referencia en Castellón.

Además, todo el material elaborado por los estudiantes del grado de Magisterio del CEU fue entregado a Adaponda y está a disposición de cualquier asociación que trabaje la inclusión de las personas con diversidad funcional a través del deporte.

Un resultado de podio

Es la primera vez que este proyecto ve la luz, y todos los participantes ya le han dado «un oro». Empezando por Adaponda. «Esta iniciativa ha sido muy positiva para nosotros. Nuestros hijos están viviendo y estudiando cada día con personas con diversidad funcional. Y de eso se trata, de que los futuros maestros lo tengan en cuenta y sea algo natural», afirma Ramón Felip, presidente del Club.

También está encantado con el proyecto Salva Moliner, campeón de España de natación adaptada y usuario de Adaponda, que participó en la animada jornada de exposiciones de los alumnos. Él lo tiene muy claro: «Las personas con discapacidad somos personas sin límites y con capacidades, como los demás».

Una idea que comparte Carla Bomboi, estudiante del doble grado en Educación Primaria e Infantil con Mención en Educación Especial. «No hay que fijarse tanto en lo que no pueden hacer como en aquello de lo que son capaces», asegura Carla, quien valora muy positivamente la oportunidad que le ha dado su universidad de probar sus conocimientos y destrezas para afrontar un inminente futuro profesional que estará marcado por la diversidad.

En suma, otra innovadora iniciativa del CEU que, sin duda, ha venido para quedarse. Y es que el objetivo lo merece. «La educación inclusiva es necesaria porque cada persona tiene unas capacidades, es única e irrepetible, y, por tanto, los profesores de Magisterio del CEU tenemos que fomentarla como docentes, y nuestros alumnos, como futuros docentes», concluye Jennifer Balaguer, una de las profesoras que ha impulsado este proyecto.