El odontólogo Javier Plaza, de Clínica Plaza y Tena, ha participado recientemente en la apertura del curso académico del Máster de Ortodoncia de la Universidad de Salamanca, a cuyos alumnos impartió una clase magistral acerca de la rehabilitación neuro-oclusal (RNO).

El doctor castellonense abordó esta materia, de gran interés, puesto que es la parte de la odontología que trata de prevenir, desde el mismo nacimiento del bebé, la mayor parte de los problemas que puede presentar en su boca una persona a lo largo de su vida: apiñamiento de dientes, encías, articulación de la mandíbula, desgastes dentarios por bruxismo, etc.

Y es que es clave detectar los factores que pueden provocar esas patologías y tratar de corregirlas cuanto antes. Según explicó el odontólogo castellonense, el desencadenante suele ser un desequilibrio en el modo en que los dientes encajan y en cómo funciona la boca; y que puede venir dado por una suma de factores. Entre estos, prescindir de la lactancia natural en el recién nacido, el respirar por la boca, tener una dieta excesivamente blanda (que no desarrolla correctamente la musculatura masticatoria y los maxilares), la mala postura corporal, los hábitos perniciosos como chuparse el dedo o llevar chupete durante mucho tiempo.

Al final, tal y como explicó Plaza a este diario, «el problema se reduce a que el paciente no mastica empleando los dos lados de su boca de un modo alternante y, por tanto, se produce un desequilibrio en su mordida».

Dieta inadecuada

Según destacó el odontólogo, «actualmente, la dieta de gran parte de niños y adultos no es ni seca, ni dura ni fibrosa, sino todo lo contrario, y acaba provocando que empleemos un solo lado de la boca para masticar. Es como si, teniendo dos piernas sanas, caminásemos a la pata coja». Además, existen otros hábitos diarios agravantes que provocan el desequilibro oclusal, como «respirar por la boca, mascar chicle, morderse las uñas o dormir con la mano debajo de la cara, etc». ¿Cuáles son sus consecuencias? Masticar por un solo lado genera también un desequilibrio en la musculatura del cuello y en la cintura escapular, apareciendo dolor de cuello y espalda, y un desequilibrio en las caderas que cursa con dolor en ellas. Incluso un desajuste en las articulaciones de la mandíbula puede provocar cefaleas tensionales, ruidos o dolor en los oídos…

Dónde acudir

De hecho, en Clínica Plaza y Tena (calle San Vicente, 2, de Castelló. 964 242 635) han tratado con éxito en estos últimos años a muchos pacientes que padecían cefaleas migrañosas, mareos y vértigos, o dolores cervicales; y que tenían precisamente una dinámica mandibular traumática, de modo que durante los movimientos normales de la mandíbula (masticar, hablar, gesticular, etc) se producía un trauma mecánico sobre terminaciones sensitivas del nervio trigémino y del sistema nervioso vegetativo, generándose una respuesta exacerbada ante esa excitación, y apareciendo en muchas ocasiones los mencionados síntomas.

«Por supuesto, siempre es necesario descartar que existan otras patologías causantes de esos síntomas. Por eso, no dudamos en hacer interconsultas con neurólogos, otorrinos, fisioterapeutas, etc», destacó el especialista dental. Precisamente, en su web (www.plazatena.com) la clínica cuenta con el testimonio de varios pacientes que se han recuperado de migrañas, dolores de cuello y mareos que arrastraban desde hacía muchos años, tras solventar el problema de la mandíbula.