Los días grandes de las fiestas de la Mare de Déu del Lledó ya han comenzado. El tiempo, que pasa muy deprisa, ha puesto ya en bandeja a la junta de gobierno de Real Cofradía los anhelos, esfuerzos, esperanzas y deseos de que los festejos patronales del 2016 lleguen a buen puerto. Que salga todo lo mejor posible en la expresión de devoción y cariño hacia la patrona de la ciudad. Ferrán Barberá es el presidente del máximo órgano de gestión de las fiestas, de una junta de gobierno mariana que trabaja desinteresadamente para un mayor esplendor de los festejos patronales.

Unas fiestas, las del 2016, “que van a ser similares a las de otros años, aunque con la incorporación de alguna novedad como el concurso de tiro y arrastre, que pasa del calendario magdalenero a las de las fiestas de mayo, o la celebración mañana (hoy para el lector), de un bureo de los grupos de danzas”.

Así lo relata Barberá, quien es consciente del profundo sentimiento que despierta entre los castellonenses la sagrada imagen de la Lledonera: “Es incesante el goteo de fieles todos los días hacia la basílica; todos entran y rezan, suplican, dan gracias e imploran a la Virgen Lledonera”. Para Barberá es un “privilegio” ser presidente de la junta de Gobierno de la Real Cofradía, y ya no por el cargo en sí, sino “por la oportunidad de estar tan cerca de la Virgen y por tener un excepcional equipo humano que trabaja y no escatima horas de su tiempo para trabajar y mostrar su fervor a la Lledonera”.

Pero, además, porque desde su posición de privilegio constata diariamente el amor y la devoción de un pueblo a su icono mariano más querido, “desde los pasos de manto, a las misas del cofrade, pasando por todo un peregrinaje de fieles hacia la basílica, nos habla de que la Virgen forma parte de las señas de un pueblo, más allá incluso de la pura creencia católica”. “La Virgen del Lledó para Castellón es mucho”, indica Barberá, quien reitera ese valor sagrado de la advocación más castellonera para un pueblo que es fiel a sus tradiciones.

El titular de la Junta de Gobierno de la Real Cofradía cita la conmemoración este año del 650º aniversario de la Santa Troballa, que refuerza el valor de la fe del pueblo de Castellón hacia su Virgen desde tiempo inmemorial, y también la excelente “colaboración prestada por parte del Ayuntamiento, y muy especialmente por la concejalía de Ermitas, para hacer posible unas brillantes y estupendas fiestas patronales”. H