La Semana Santa de Vila-real, que está declarada de Interés Turístico Provincial, cuenta entre sus actos destacados con la quinta edición de una obra de teatro que es un referente no solo a nivel castellonense, sino también autonómico y nacional. Se trata del Laqvima Vere, un trabajado y multidisciplinar espectáculo que combina interpretación, música, escenografía, silencio, imagen y pasión.

La propuesta se representa mañana a las 21.00 horas en una plaza Major que se viste de gala para una ocasión en la que tradición e innovación van, más que nunca, de la mano. Y es que una historia clásica, la de la Pasión de Jesucristo, se combina en Vila-real con lo mejor de la tecnología, una cuidada puesta en escena y, en esta ocasión, varias novedades para seguir atrayendo a un público que traspasa las fronteras locales y comarcales.

Este año, una de las cuestiones nuevas es la incorporación del ángel de la muerte, representado como un hermano de Cristo con el objetivo de “demostrar que no existe luz sin oscuridad”, y de que el propio protagonista “ es una víctima de su misión”. Son palabras de Eduardo Sanz, director de la obra, que es posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Vila-real y la empresa Porcelanosa.

AUDIOVISUAL

Asimismo, la representación contará con una parte audiovisual desconocida hasta ahora, que se proyectará sobre la fachada del consistorio y que ha sido creada por profesionales de la ciudad. A ello se suma la incorporación de varias piezas musicales, entre las que destaca un padrenuestro cantado en directo y en arameo antiguo como pieza étnica, emotiva y armónica; y el Aria mortis que da entrada al ángel de la muerte en la voz de la soprano Yasmin Müller.

En total, en el evento participan unos 200 artistas, algunos de la talla de Vicente Ombuena, Javier Bovea, Marga Fernández, Bonifaci Carrillo o el cantante local Vicent Colonques, recientemente galardonado con el Premi 20 de Febrer.

La programación de la Semana Santa de Vila-real, que con 450 años está considerada la más antigua de la provincia, cuenta con una veintena de actos de los que disfrutan vecinos y visitantes. Aunque ya se han celebrado dos conciertos de música clásica en la basílica de Sant Pasqual y la tradicional tamborada del Domingo de Ramos, las procesiones más importantes se celebran a partir de esta noche con el desfile del Miércoles Santo.

Para el jueves también está prevista la procesión del Silencio, seguramente la más emotiva de cuantas se celebran en la localidad. Cada año, cientos de fieles se dan cita a medianoche en la capilla del Cristo del Hospital para iniciar un recorrido que, tras pasar por algunas de las calles más céntricas, vuelve a la pequeña iglesia en el más absoluto silencio, solo roto en momentos muy puntuales del itinerario.

El Santo Entierro, la Cena del Señor o los Santos Oficios son otros ejemplos de actos solemnes con los que Vila-real celebra los días de muerte y pasión de Jesucristo. Una fiesta con gran arraigo local, pues en el municipio existen diez cofradías entre la que destaca la de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, que con 471 años es una de las más antiguas de toda la provincia de Castellón. En total, se calcula que estas diez entidades agrupan a 2.500 cofrades que llevan meses preparando unos desfiles en los que los tambores y las cornetas se mezclan con momentos de circunspección y recogimiento.