La catedral de Valencia, del siglo XIII, es uno de los símbolos principales de la ciudad. El impresionante edificio histórico cuenta con tres puertas: la románica, la de los apóstoles y la barroca ‘de los hierros’, junto a la torre del Miguelete. Una de las auténticas perlas que se contemplan en la catedral son los frescos renacentistas de Francisco Pagano y Pablo de San Leocadio, que desaparecieron en el siglo XVII, por la obra de estilo barroco que realizó Juan Pérez Castiel, pero que hoy en día se pueden contemplar gracias a la restauración que se realizó en el 2004.