El claustro de Magisterio del CEU es consciente de las inmensas posibilidades que ofrecen estos encuentros entre progenitores y docentes para la educación integral de los más pequeños. Y por eso está entrenando a los futuros maestros, ya desde el primer curso, para que dominen las claves de las tutorías y sepan aprovecharlas al máximo.

Al llegar la crisis sanitaria, el claustro adaptó rápidamente este proyecto de innovación docente a la nueva situación. Así, en vez de escenificar estos ejercicios en las instalaciones de la universidad, los futuros maestros han entrenado sus habilidades simulando tutorías digitales en las que cada uno asumía un rol: el de madre/padre y el de maestra/o. Y después han compartido on line estas grabaciones para extraer conclusiones entre todos. Esta original práctica ha permitido que los futuros maestros pongan a prueba sus conocimientos y habilidades ante diferentes situaciones que se les presentarán en su futuro laboral. Demuestra, además, que, a pesar del confinamiento, la necesaria colaboración padres-escuela sigue siendo posible.

Por ejemplo, en Infantil, los estudiantes han trabajado casos habituales en la vida real, como los conflictos entre escolares, la falta de autonomía en el aula, las dificultades de aprendizaje para pequeños con trastornos del espectro autista, los problemas en el tránsito de Infantil a Primaria, las dificultades de integración que sufren los niños procedentes de otros países y las repercusiones de los problemas familiares.

En Primaria, los futuros maestros han practicado tutorías en las que han trabajado cómo implementar técnicas de estudio eficaces, poner límites a comportamientos agresivos, atajar el absentismo escolar, usar apropiadamente los dispositivos digitales y los videojuegos, facilitar la transición a Secundaria o luchar contra la baja autoestima.

Acogida

Los estudiantes de Magisterio del CEU han acogido esta iniciativa con entusiasmo. Por ejemplo, Sinziana Pietrosanu explica que le ha ayudado a meterse en el papel de los maestros «y aprender a tratar de forma cercana, pero profesional, los diferentes temas de acción tutorial». La futura maestra tiene muy claro «que la implicación de las familias marca una gran diferencia en el rendimiento del alumno en la escuela» y asegura que esta práctica le ha ayudado a darse cuenta de los posibles errores que pueden cometerse en una tutoría y así podrá evitarlos en el futuro.