Los meses de otoño e invierno en Peñíscola muestran una imagen muy distinta a la que acompaña a la temporada vacacional. A pesar de ello, la localidad ofrece importantes alicientes a los amantes de la tranquilidad y a las personas interesados en conocer la historia y el patrimonio de este destino bañado por el Mediterráneo. Por ejemplo, durante todo el mes de noviembre, los visitantes pueden seguir, los sábados, los recorridos guiados promovidos desde la Concejalía de Turismo.

Para ello, tan solo hay que informarse e inscribirse en la oficina de información del paseo marítimo, punto desde el que salen estos trayectos. A las 12.00 horas se realiza una guía que detalla los elementos más importantes de la historia y el patrimonio arquitectónico de Peñíscola, con especial atención a las murallas y la configuración de las calles de la ciudadela.

PELÍCULAS Y SERIES // Los amantes del séptimo arte, por su parte, cuentan a partir de las 17.00 horas con los recorridos de Peñíscola de cine, que muestran y explican los escenarios utilizados en el rodaje de películas y series de televisión, entre las que se incluyen El Cid, Calabuch, Chiringuito de Pepe o, más recientemente, la popular Juego de Tronos.

Las rutas forman parte de un producto turístico creado desde el Ayuntamiento, que también engloba los paneles informativos colocados en emplazamientos donde se han desarrollado los rodajes. Asimismo cuenta con una página web que detalla la vinculación de Peñíscola con el sector del audiovisual, gracias a las características de su casco antiguo y la estrecha vinculación con el Mediterráneo.

El concejal de Turismo, Rafael Suescun, destaca que estas visitas “son un destacado incentivo para la desestacionalización, sobre todo en puentes y fines de semana, aprovechando los numerosos atractivos que tiene el municipio durante todo el año”.

El viajero que acude en estas semanas no puede perderse el castillo, una imponente construcción creada por la Orden del Temple hace más de siete siglos, y que posteriormente fue sede pontificia tras la llegada del Papa Luna. En los últimos años se han introducido alicientes al recinto, como los nuevos paneles explicativos sobre las diferentes estancias, así como la posibilidad de recorrer los jardines del parque de artillería.

CASCO ANTIGUO // Todo ello forma parte de un plan director que pretende poner en valor el castillo e incrementar su papel de foco de atracción turística. Además, el casco antiguo ofrece el Museu de la Mar, una instalación municipal que da a conocer la vinculación de Peñíscola con el Mediterráneo, a través de piezas arqueológicas, artes de pesca, maquetas de embarcaciones y otras curiosidades recopiladas a lo largo de más de una década de existencia. Su entrada es gratuita y está abierto todo el año.

ESPACIOS NATURALES // La oferta se completa con los espacios naturales. Cerca del casco urbano se encuentra la Marjal, una zona húmeda que se puede visitar a través de la pasarela construida desde la avenida Pigmalión, y que enlaza con el trazado por el camino del Assagador de la Creu. En varios momentos del año permite el avistamiento de aves.

Y la zona sur ofrece el parque natural de la Serra d’Irta, un punto virgen del litoral, con gran valor paisajístico y elementos patrimoniales como la ermita de Sant Antoni, la torre Badum o la recuperada casa de los carabineros en la playa del Pebret.

La gastronomía y la celebración de eventos también están presentes en este momento del año. Las recetas más típicas de la cocina local llenas las cartas de los restaurantes que permanecen abiertos todo el año, mientras que el último fin de semana de noviembre se celebran las fiestas de invierno, con actividades con la plaza Santa María como epicentro. Además, en diciembre se celebran mercados temáticos, con motivo de la cercanía de las fechas navideñas. H