Los días 8 y 9 de septiembre constituyen dos de las jornadas más esperadas del año para los peñiscolanos. Es en estos días grandes cuando se vive la devoción por su patrona, la Virgen de la Ermitana, que tiene entre sus exponentes más destacados la interpretación del Grup de Danses en la Plaza de Armas. Además de estos dos días, los integrantes de este colectivo acuden todos los años a Castellón, para dar a conocer sus bailes ancestrales ante los asistentes a la Cavalcada del Pregó. El paso del tiempo no ha restado fuerza a esta tradición, como se comprueba en cada una de las actuaciones de los ‘dansants’, con sus atuendos característicos y el acompañamiento de unas piezas musicales que forman parte de la banda sonora de Peñíscola. Son precisamente estas danzas uno de los referentes de las celebraciones patronales, que cuentan con la catalogación como fiestas de interés turístico nacional.

HISTORIA

Además de este patrimonio inmaterial, Peñíscola cuenta con una gran riqueza histórica, que a lo largo de los siglos ha acogido diversas civilizaciones y episodios tan relevantes como el Cisma de Occidente de la Iglesia. Benedicto XIII, el Papa Luna, dejó la sede de Aviñón para establecer su curia pontificia en el castillo, desde donde defendió su legitimidad como papa hasta el día de su muerte. Antes de esta llegada, la Orden del Temple edificó el castillo, en base a antiguas fortalezas y asentamientos. La época medieval y el Renacimiento también han dejado su impronta en el casco histórico local, y en construcciones como la recientemente restaurada Torre Badum, situada en la Serra d’Irta.

Peñíscola es una potencia turística en toda la Comunitat Valenciana y, desde hace más de medio siglo, también ha sido escenario de destacadas producciones del mundo del cine y de la televisión. H