La Generalitat lanzó ayer un mensaje claro al resto de autonomías. Tanto el president valenciano, Ximo Puig, como la vicepresidenta, Mónica Oltra, fueron rotundos a la hora de pedir colaboración al resto de regiones el mismo día que el Gobierno convocó la Conferencia Sectorial de Migración tras tres años sin hacerlo.

El jefe del Consell aseguró que la Comunitat está dispuesta a acoger más menores extranjeros no acompañados dentro de su «capacidad» y teniendo en cuenta que ahora hay 464 jóvenes en esta situación en los centros de acogida (7.000 en España). Es por ello que pidió al Gobierno examinar fórmulas para que otras autonomías tengan un papel más «colaborativo», en sintonía con la labor que ya hizo el Ejecutivo que preside al recibir a los migrantes del Aquarius. Hoy está previsto que el barco de la oenegé badalonesa Open Arms llegue al puerto de Algeciras (Cádiz) con 87 inmigrantes rescatados del Mediterráneo.

Asimismo, Puig dijo que la inmigración debe entenderse como «un ejercicio común de responsabilidad y humanidad» y criticó la «deriva» del PP en esta cuestión, pues afirmó que con la llegada de Casado al liderazgo de los conservadores, estos han pasado de estar cerca de las políticas de Angela Merkel a optar por «opciones xenófobas».

En la misma línea, Oltra acudió a la cita en representación del Consell para reclamar que haya una coordinación entre el Gobierno y las regiones, a las que pidió «arrimar el hombro».

Por su parte, el Gobierno central niega que exista un efecto llamada y pide colaboración a las comunidades autónomas para afrontar juntos y de manera coordinada el aumento de la presión migratoria, coincidido todos en la necesidad de una mayor implicación de la UE. La ministra del ramo, Magdalena Valerio, dijo que la situación actual se venía venir, pues en el 2016 llegaron por la frontera sur unas 10.500 personas, mientras que el pasado año fueron unas 24.000.