La ciudad de Peñíscola cuenta con atractivos para los niños, que comienzan en los juegos infantiles disponibles en las playas y paseos marítimos, y que siguen con la oferta de espectáculos de verano, las aventuras de las rutas guiadas o la curiosidad que entre ellos despierta la monumentalidad de sus grandes espacios patrimoniales.

A todo ello se suma una vertiente que cada año cuenta con un mayor número de adeptos, y que es la existencia de parajes naturales, en los que poder disfrutar de la vegetación y unas vistas al mar alejadas de la masificación. Uno de estos parajes es la zona húmeda de la Marjal. El espacio es accesible desde la pasarela de madera de la avenida Pigmalión, así como los accesos de la vía del Assagador de la Creu, o las inmediaciones de la calle Madrid.

Durante todo el año, los visitantes pueden conocer la tranquilidad del humedal, escuchar el curso del agua por las acequias, y sentirse en medio de los cañares característicos de este rincón. Conocer desde las edades más tempranas esta diversidad es una forma de valorarla y preservarla para las generaciones posteriores. Además, en determinados momentos del año se realizan actividades de avistamiento de aves migratorias, que tienen en la Marjal uno de los puntos de paso.

Otra de las opciones para turistas de todas las edades es el conjunto de rutas por el parque natural de la Serra d’Irta. Sus accesos están a unos cinco kilómetros del casco urbano, y muestran la magia de uno de los pocos rincones costeros del Mediterráneo vírgenes de construcción. La mayor parte de los visitantes suele decantarse por el recorrido junto a la orilla, que muestra las calas y acantilados a lo largo de varios kilómetros, y que cuenta con rincones tan emblemáticos las calas del Pebret y el Russo o una playa de Irta característica por el color blanco que le otorga los restos de conchas. Además, hay otra opción, que arranca desde la urbanización de Font Nova, y que muestra la Irta del interior, con el ascenso por el Coll d’En Berri, el paraje del Mas del Senyor, o la frondosidad de los árboles en las inmediaciones de la Caseta y la Font d’En Canes.

Para conocer a la perfección esta sierra litoral, existen a disposición de los visitantes guías con los senderos, y también hay un centro de interpretación y recepción de visitantes, ubicado junto a la carretera CV-141. Desde el parque se organizan actividades de difusión y sensibilización medioambiental a lo largo de todo el año, como las dedicadas a los días del árbol y el agua.

Por otro lado, la agenda de rutas guiadas de Peñíscola para los principales periodos vacacionales cuentan con rutas, que en unas horas muestran rincones especiales de Irta, y que tienen una gran aceptación entre los más pequeños. A lo largo del recorrido hay diferentes paradas, en las que se detallan los usos que tenían los terrenos por parte de los sectores de la agricultura y la ganadería, la transformación del paisaje mediante la técnica constructiva de la piedra en seco, o los asentamientos de población existentes en los siglos pasados.