Los vecinos de Sant Joan de Moró vivirán el próximo lunes 4 de abril una jornada festiva en torno a la figura de Sant Vicent y cumplirán con el rito de subir a la ermita para honrar al santo y compartir todos juntos una mañana entretenida.

Los quintos del municipio tendrán, como ocurre cada año, un destacado protagonismo. De hecho, todos los participantes recibirán, de mano de los jóvenes del municipio, el típico bocadillo de pan, conocido popularmente como ‘fogaseta’. Unos bocadillos que serán elaborados para la ocasión por los hornos de la localidad, para acompañar al multitudinario almuerzo popular, que se celebrará en la explanada que hay frente a la ermita. A lo largo de toda la mañana, en total, se repartirán cerca de 1.000 panecillos.

Pero, además, los quintos también serán los encargados de llevar la barra del bar instalada en el bellísimo paraje natural para ofrecer a los vecinos refrescos, bocadillos y dulces. Con el dinero recogido realizarán actividades durante el año.

Después de reponer fuerzas se celebrará una misa cantada y será sacada en procesión la imagen del santo que, como manda la tradición, será portada por el colectivo de los ‘Vicentes’, un grupo de vecinos que se llaman Vicente o Vicenta.

“Se trata de una celebración que cada año registra una gran participación popular y que está plenamente consolidada en el calendario festivo del municipio”, señala el alcalde de Sant Joan de Moró, Vicent Pallarés, quien destaca que la festividad de Sant Vicent es una “excusa perfecta para que varios centenares de moroneros compartamos juntos una mañana de fiesta, almorcemos juntos y reivindiquemos nuestras señas de identidad e, incluso, nuestro hermoso patrimonio natural y paisajístico, en un entorno del ermitorio excepcional y privilegiado en el Barranc del Molí, a los pies del Tossal del Mollet y cerca de la Font del Ros”. H