La Tinença de Benifassà es un paraíso para los amantes de la naturaleza, el turismo activo y el senderismo, donde puedes disfrutar de paisajes impresionantes y también de una gran variedad de fauna y flora. La Pobla de Benifassà, Castell de Cabres, Coratxà, Fredes, el Boixar, el Ballestar y Bel son los núcleos poblacionales que forman la mejor reserva de biodiversidad de la provincia de Castellón. Se trata de pequeñas y pintorescas localidades que ofrecen al visitante un marco único para el sosiego, la tranquilidad y el disfrute del turismo rural.

El Portell de l’Infern, el Salt de Robert, la Tenalla, el Tossal de los Tres Reyes, casacadas naturales, el río Senia o el Pantano de Ulldecona son solo algunos lugares que merecen una visita en esta zona. A ello se le unen las pinturas rupestres de la Cueva dels Rossegadors, el poblado íbero La Morranda y Minas de Hierro, el antiguo camino de los Maquis, el Jardín de Peter. Sin duda, importantes tesoros artísticos y culturales, repletos de historia y leyendas. Una de las joyas monumentales de esta zona es el Monasterio de Santa María de Benifassà, del siglo XIII.

Además, hay diversas empresas que realizan actividades de turismo activo guiadas, como senderismo, BTT, rutas a caballo, safari fotográfico 4×4 o avistamiento de aves y contacto con la naturaleza.

DÓNDE COMER Y DÓNDE DORMIR

La gastronomía sorprende por la excelencia de sus materias primas siempre elaboradas sobre sencillas pero experimentadas recetas. La olleta de La Tinença, las carnes a la brasa, embutido artesano, caracoles guisados o estofado de jabalí son algunas de las delicias que se pueden degustar en restaurantes como La Morena, Lo Forno y Lo Raconet. Para el alojamiento destacan las casas y hoteles rurales como Hostatgeria Sant Jaume, Hotel La Tinença, Casa Rural Nuri, Los Abuelos o Cal Correu, y el camping Molí l’Abad.