Vinaròs es un municipio de más de 28.000 habitantes y se encuentra a 79 km de la capital de provincia, Castellón, siendo la última localidad de la costa al norte de la Comunitat Valenciana. Localidad eminentemente de servicios, destaca su carácter de capital comercial de la comarca, con establecimientos de todo tipo y también dispone de tres polígonos industriales, mientras que la agricultura y la pesca son aún dos sectores importantes para la localidad. Ofrece un paisaje único y diferente para disfrutar del mar con sus 12 kilómetros de costa, que van desde el río Sénia hasta el barranco de Aiguadoliva, con muchos parajes por descubrir.

Ciudad muy acogedora y centrada en el turismo familiar y accesible, Vinaròs vive al ritmo del Mediterráneo y tiene todo lo necesario para dejar atrás el estrés y relajarse. Es conocida por las calas y playas y su langostino, apreciado y reconocido a nivel internacional, y es también un municipio para caminarlo, con su espectacular paseo marítimo y la magia de su centro histórico y comercial, sin dejar de lado sus parajes naturales y acantilados.

A la hora de visitar la localidad hay varios lugares imprescindibles. El primero es la Iglesia Fortaleza de la Asunción (1586), que unifica funcionalidad religiosa y defensiva y tiene los rasgos característicos de los templos fortaleza mediterráneos. De ella destaca la portalada retablo, una joya del barroco valenciano declarada Monumento Artístico, y sus pinturas de arquitecturas fingidas en el muro exterior son las únicas con estas dimensiones en la Comunitat Valenciana.

El Mercado Municipal es otro punto de parada obligatoria. Este edificio situado en la plaza Sant Agustí con más de 90 años de historia está lleno de vida y hará las delicias de los amantes de la gastronomía. En sus paradas encontrará frutas, hortalizas y pescados frescos, así como el célebre langostino, además de un espacio gastronómico en una plaza interior donde poder disfrutar tomando algo. A su lado está el Convento de San Telmo, una antigua iglesia que se ha reconvertido en Auditorio Municipal y la capilla de Santa Victoria, recientemente restaurada en su interior y su exterior.

Muy cerca, subiendo por la calle Mayor se encuentra el máximo exponente modernista de la localidad: la Casa Àngel Giner. Este precioso edificio de 1914 conserva su estructura original así como parte de su ornamentación. Otra referencia modernista es la Casa Sendra y también en la misma calle Mayor puede verse la Casa de la Vila --que fue el Ayuntamiento de la ciudad hasta 1785--, erigida sobre arcos de piedra y con doble ventana geminada de estilo gótico en su fachada original. La Casa Membrillera, sede actual de la Fundació Caixa Vinaròs, es otro lugar imprescindible de visita, ya que presenta exposiciones dedicadas a la cultura, tradición, comercio e historia de Vinaròs.

Otro de los grandes atractivos de la localidad es su espectacular paseo marítimo, que ofrece un sinfín de posibilidades, desde tranquilos paseos en familia, pasando por excursiones en bicicleta, hasta sentarse y admirar las puestas de sol a orillas de la costa. Y, desde luego, disfrutar de una cena o comida en una de sus terrazas. Frente a él, las playas de arena del Fortí y Fora Forat, con bandera azul y con todos los servicios necesarios. En su extremo sur se encuentra el puerto de Vinaròs, uno de los más importantes de la Comunitat por su volumen de pesca.

Además de sus playas, Vinaròs tiene más de una veintena de calas repartidas en sus dos costas turísticas: la norte y la sur. Ambas tienen grandes atractivos en sus calas, pero con características diferentes. En la costa sur el paseo de Ribera es el que vertebra gran parte de estas calas, protegidas por pequeños acantilados y con típica vegetación mediterránea. Este paseo puede disfrutarse ahora a pie o en bicicleta perfectamente. En esta costa se puede disfrutar del sol y la tranquilidad del mar en los soláriums, unas plataformas de madera que se funden con el paisaje rocoso de la costa.

En la costa norte, repleta también de preciosas calas, se sitúa el espacio natural de Sòl de Riu. El sendero puede recorrerse guiado por los paneles interpretativos sobre el Mediterráneo, les sénies, los cultivos, las especies botánicas existentes y las vistas paisajísticas del Delta del Ebro.

Los espectaculares murales urbanos en diversos puntos del casco urbano que en Vinaròs se han realizado gracias a grandes artistas constituyen otra de las rutas de visita imprescindibles. Un gran mural dedicado a su artista más internacional, Carles Santos, otro en la fachada de la biblioteca dedicado al fomento de la lectura y el astronauta que ocupa una de las fachadas de sus entradas principales son tres puntos de parada para los visitantes.

También de obligada visita es la plaza de toros, la más cercana al mar de toda la Comunitat, y que ahora ofrece espectáculos culturales nocturnos con Vinaròs Arena y Vinaròs Arts Escèniques.

A tan solo 6 kilómetros del casco urbano se encuentra el paraje natural de la Serra del Puig. Este espacio natural ofrece unas vistas únicas de la costa, donde encontraremos algunos ejemplares de olivos milenarios. En él se sitúa el Santuario de la Misericordia, una ermita construida entre los siglos XV y XVIII, y el Poblado Íbero del Puig, un yacimiento arqueológico de gran interés histórico, situado entre la Edad del Hierro y la Época Íbera.