Cuatro estudiantes y todos ellos son extranjeros. Zucaina y su colegio, el CEIP Santa Ana, le deben mucho a la inmigración. Gracias a dos familias marroquíes y una rumana cuentan con alumnos en su centro, pues en la localidad ya no hay ningún niño español, nacido en el pueblo y en edad escolar.

El colegio cuenta ahora con un pequeño de tres años, una niña en segundo de Primaria y dos más que se encuentran en sexto curso y que el próximo año abandonarán el centro para ir al instituto. Ante la inminente marcha de la mitad de los menores, el director, Javier Montón, lanza un SOS para impulsar medidas enfocadas a captar más alumnado foráneo o de la comarca. «El Ayuntamiento ha dicho que va a intentar buscar familias que vengan a trabajar y a vivir en Zucaina para que sigamos teniendo alumnos», incide el docente, nacido en Castelló, pero cuyos orígenes se encuentran en Zucaina y en otro municipio de la comarca.

Desde el CEIP Santa Ana destacan que la educación que se da a los estudiantes allí es «totalmente personalizada», lo que permite estar «muy pendientes» de cada niño, de sus necesidades y su evolución. El director del centro es quien está día a día con los escolares, mientras que los especialistas de Inglés, Educación Física, Música y Religión acuden en distintos días de la semana.

«Aunque pueda parecer que no, tenemos mucho trabajo porque todo lo que hacemos es individualizado», comenta Montón, quien incide en que la adaptación de los cuatro alumnos a la vida en el pueblo es «muy buena». «Se integran, juegan en la calle y estamos todos muy contentos con ellos», sostiene.

El CEIP Santa Ana confía en que Zucaina pueda atraer a nuevas familias para que su aula no se vacíe el próximo curso.