Una oreja cortó Abel Valls en su segunda tarde de la temporada, en su nueva etapa como matador de toros. Lo hizo en la plaza turolense de Andorra, donde entró en la feria por Alejandro Lalana, quien iba a tomar la alternativa.

El trofeo lo paseó el castellonense de su primero, tercero de la tarde, serio y con trapío de Martín Lorca, con nobleza, pero no mucha calidad. El astado, soltaba la cara en su embestida y eso hizo que le tropezaran los engaños en algún momento. Faena a más, con un arrimón final de valor y tesón. Enorme el mérito de Abel, repleto de aptitud y con ganas de premio. Se dejó rozar los muslos en la corta distancia, antes de rematar la obra de un pinchazo y una estocada, que le valió para cortar una oreja.

No se amilanó frente a su segundo, bravo ejemplar de Dolores Aguirre que hizo honor a tan encastada divisa. Galopó el animal, con transmisión y celo en la muleta de Abel Valls, que lo sometió en todo momento por abajo. Explosión de bravura que fue apagándose al final.

Mejor el capítulo final de la faena. Dos series al natural tuvieron ese sello de Abel Valls del porte y la elegancia. El premio se le esfumó por la espada. Escuchó una ovación. Alberto Álvarez, cortó dos orejas de otro bravo toro de Dolores Aguirre de vuelta al ruedo. Sánchez Vara, que completaba el cartel, paseó un apéndice del cuarto, de Martín Lorca. H