Aaltísimas horas de la madrugada de hoy, el Arenal Sound 2018 ha echado el cierre. Lo ha hecho por todo lo alto, dejando para el final a dos de los artistas más esperados por los sounders: Steve Aoki y, sobre todo, Bad Bunny. Ha sido el año de la confirmación de que el trap ha llegado para dominar la escena musical --el cartel de este año era una buena prueba de ello-- y de que las ganas de fiesta de los jóvenes asistentes al festival parecen ilimitadas.

También fue el día de las bandas de ritmos mestizos, un estilo con mucho arraigo en Burriana desde la primera edición del evento. Juanito Makandé, La Raíz y La Pegatina tomaron el escenario principal antes del gran momento, la actuación de un Bad Bunny que era con mucho el artista más esperado.

EXPECTACIÓN

Representando al trap nacional, Bad Gyal congregó a primera hora en el escenario Negrita a una cantidad de público nada despreciable. Junto a dos bailarinas y un MC, la joven catalana demostró por qué se ha hecho ya un hueco en el panorama internacional.

Pero no solo de trap y mestizaje vive el Arenal. También de rap, como el de Lágrimas de Sangre; de indie, como el de Six to Fix; o de rock, como el de Sexy Zebras. Y claro, la electrónica, que se apoderó del recinto de madrugada.

Asimismo, el calor fue de nuevo protagonista durante los conciertos y los vigilantes de los escenarios daban agua a los fans de las primeras filas para evitar problemas de deshidratación.

Al margen del programa, ayer se celebró un evento especial, la Clandestine Sound, una fiesta en la playa a primera hora de la tarde que, cómo no, reunió a infinidad de sounders que parece que aún no habían tenido suficiente.