La tradicional novillada sin picadores de Llucena reunió ayer a centenares de aficionados en la plaza de España del municipio. En una cita que cada año tiene lugar con motivo de las fiestas en honor a Sant Miquel y Sant Hermolao. El cartel lo conformaron los novilleros de la Escuela Taurina de Castellón, Héctor Edo, Antonio Villalta y Jorge Rivera, y el francés, de Nimes, Clemente Jaones. En modalidad de clase práctica fueron lidiados cuatro novillos de Manolo Beltrán de Cabanes.

Jaones fue el primero en abrir la tarde ante un buen novillo que le propició varios sustos. El galo demostró buenas maneras pero evidenció que le queda mucho por curtir. Falló con la espada y tuvo que conformarse con dar la vuelta al ruedo y ser aplaudido por el público asistente.

El burrianense Héctor Edo, que hace tres años debutó en este municipio de l’Alcalatén, lidió el segundo de los novillos, que brindó a los aficionados allí congregados. El toro mostró ciertas dificultades ante un Edo que parecía desconfiado, no sabiendo como resolver la tarde. Tampoco tuvo suerte con la espada y el de Burriana se quedó solo con la vuelta al ruedo.

Sin duda alguna, el triunfador de la tarde fue Antonio Villalta al que, desde el primer momento, se le vieron las ganas pese a estar poco rodado, porque era su primer compromiso de la temporada. Una buena estocada le permitió lograr las dos orejas y el rabo.

Finalmente, toreó Jorge Rivera. Y aunque le plantó cara a un toro que se colaba por los dos pitones, estuvo firme e intentó hacer las cosas bien. Tampoco estuvo acertado con la espada, pero consiguió dos orejas. Rivera debutó recientemente en la localidad murciana de Yecla, con un buen novillo de la ganadería Apolinar Soriano al que le cortó el rabo.

Al finalizar este acta, tuvo lugar un espectáculo de saltos, quiebros y recortes con un novillo de Manolo Beltrán.