Si el Arenal Sound cerraba la segunda semana de confirmaciones con The Black Eyed Peas, Nathy Peluso, Nil Moliner y el rapero RVFV, la organización anunció ayer a Bad Gyal, artista de la nueva generación que fusiona el reagge con el trap y el reguetón.

Precursora del más puro estilo dancehall jamaicano, a Bad Gyal (Alba Farelo) no se le caen los anillos por ser ella misma y decir lo que piensa, sin preocuparse del qué dirán por sus letras, su música --reina del autotune-- o su forma explosiva de actuar sobre el escenario. A sus 22 años, la joven lleva cosechando éxitos desde el 2016, fecha en la que lanzó su primer sencillo, Fiebre, canción que no tardó en hacerse viral por su originalidad y frescura y que catapultó a la artista a la fama. Y es que sabe exactamente a qué público dirigirse, y por ello se ha ganado a pulso a un buen puñado de milenials y zetas.

Farelo se ha colado con soltura entre las músicas de sus compañeros de generación y le ha añadido ritmos pegadizos a lo que ella define como sus orígenes musicales, el género jamaicano. Su primera mixtape, Slow wine, la que engloba su éxito Fiebre, se metió en lo más alto de las listas de música internacionales y la llevó a actuar por ciudades como Praga, Copenhague, Zúrich, Roma o Londres, entre otras.

Y es que la artista ha llegado incluso a dar el nombre fenómeno Bad Gyal al rumbo que está tomando la industria, a las nuevas herramientas de este siglo, marcado por la era digital y los sonidos sintetizados, marco en el que muchos artistas se han atrevido a unir la movida urbana con el formato dj-autotune. Se trata de jugar y probar, porque como dice Rosalía, «en el arte no hay nada nuevo, ya está todo inventado».

MARCA ARENAL SOUND / Un certamen con diez años a sus espaldas y un impacto que viene avalado por sus cifras. El macroevento musical por excelencia del verano ya cuenta con las primeras confirmaciones en cartel, vertebradas por Dimitri Vegas & Like Mike, Black Eyed Peas, Leiva, Amaral, Rels B, Fernando Costa, Zara Larsson, Nathy Peluso, Guitarricadelafuente, RVFV, Nil Moliner y la nueva incorporación, Bad Gyal. Prebas de que sus objetivos pasan por alcanzar un público que rompe brechas generacionales y prejuicios musicales. Así, el festival prepara su undécimo aniversario, cita para la que ya están todos los abonos vendidos y que espera repetir las buenas cifras del pasado 2018, que dejaron cerca de 300.000 asistentes y un impacto económico de 40 millones de euros.