El Arenal Sound 2019 abrió ayer sus puertas y 30.000 jóvenes ya disfrutan de la décima edición de la macrocita musical del verano. Hubo quien protagonizó casi 36 horas de larga espera a las puertas del cámping Malvarrosa para ser el primero en acreditarse en la medianoche, que fue el momento en el que la organización comenzó a dar acceso a los sounders. A las 17.00, cuando el Beach Club apenas llevaba tres en marcha, ya se habían acreditado 27.500 personas y el goteo de jóvenes continuaba.

Una de las novedades que ha preparado la organización para esta edición es la celebración de conciertos en el Thunder Bitch, con lo que descongestionan notablemente la famosa piscina del Beach Club. De hecho, tanto ayer como hoy, el Pool Stage solo acogerá a disc jockeys durante una hora y media, cediendo el protagonismo al otro escenario de la playa a partir de ese momento.

Pese a los cambios, la zona del Beach Club ofreció impresionantes imágenes de varios miles de sounders desafiando el calor y el fuerte sol que caía a primera hora de la tarde. A cambio de estar cerca del escenario y fuera de la piscina, la organización instaló varias torres con mangueras para refrescar a los asistentes, que causaron sensación y dieron un respiro a las temperaturas. Fue la novedosa manera de disfrutar del festival en las horas de mayor calor, desde dentro de la piscina o cerca del escenario.

Una estampa similar se espera a lo largo en la jornada de hoy, en la que la programación incluye las sesiones de Movistar +, otra de las novedades de esta edición. Anoche actuó el monologuista Jaime Caravaca y proyectaron la serie Skam España. Hoy le llegará el turno a la popular humorista Susi Caramelo y al filme Ha nacido una estrella, de Bradley Cooper. Sin embargo, antes, la música sonará con fuerza con My Galx (Pool Stage) y Funzo & Baby Loud, Fernando Costa y The Zombie Kids (Thunder Bitch).

El hecho de que la organización comenzara a acreditar a los sounders a medianoche provocó que a las 8.00 horas no hubiesen colas, sino que los jóvenes tal y como llegaban a pie de cámping, recogían su pulsera y ya podían ir a montar su tienda de campaña y empezar a organizarse. Así fue como las calles de la zona portuaria, pero también las del casco urbano, se llenaron pronto de festivaleros que iban y venían.

Dentro del recinto del Arenal, ambiente de fiesta, alegría y ganas de pasárselo en grande desde ayer mismo y durante las próximas cinco jornadas.