Eterno galán. Dandy sin fronteras a sus 89 años, continúa trabajando, prodigándose con ternura, matices poliédricos y defensor de los valores universales. Cree que hay un futuro para España, aunque confiesa que hay cosas que no le gustan. A su edad dice lo que piensa «supongo que porque la experiencia es un grado». Regresa a la provincia de Castellón «feliz», concretamente al Teatro Payá de Burriana (mañana a las 22.00 horas) con Alta Seducción, una comedia que interpreta 28 años después de su estreno. Lamenta, sin embargo, no poder ofrecerla en el «entrañable» Principal de la capital de la Plana, «donde he actuado tantas veces». Castellón es una ciudad de teatro y que entiende de teatro». No quiere preguntar el por qué. Él mismo apunta a «tal vez, ¿por cuestiones políticas?».

--De nuevo en la provincia de Castellón. Esta vez en Burriana.

-Para mí, venir a Castellón, Benicàssim, Burriana... siempre es un placer. He actuado muchas veces en el entrañable Principal. Castellón es una ciudad con gran afición al teatro, que entiende. No acabo de comprender por qué no se programa en él Alta seducción, cuando está triunfando en Madrid, Sevilla, Valladolid, Murcia, Santander... ¿Será por cuestiones políticas?

--’Alta seducción’ fue estrenada hace 28 años. ¿Ha cambiado todo? ¿Qué permanece?

-Han cambiado muchas cosas. El mensaje se mantiene. Cuenta una relación de pareja y el esfuerzo del marido para no envejecer. Ternura y humor inteligente.

--Con una ‘partenaire’ de lujo que es Carmen del Valle.

-Ya trabajé con Carmen en La montaña rusa. Es un auténtico deleite. Es magnífica. Como interpreta, como viste, como se entrega al personaje. La alta comedia es un género en el que es difícil encajar lo que escribe el autor y cómo lo traduce el personaje. Carmen lo consigue perfectamente.

--¿Cúal es el secreto para mantenerse en forma, para continuar sobre los escenarios?

-No hay secreto. Me gusta mi trabajo. El día que deje de trabajar dejaré de ser yo. Hay que estar activo. Hay que tener motivaciones, ilusiones, esperanzas, metas... No quiero jubilarme.

-Usted, además, tiene el récord de permanencia en la misma compañía desde hace 58 años.

-Soy el único en España que está con la misma compañía desde hace 58 años y creo que el único de Europa. Hay programadores de teatro que lo tienen en cuenta, pero otros, no. Y todo fruto de un trabajo, de un esfuerzo constante. Porque hay que seguir haciendo teatro.

--¿El humor es necesario para evadirse de los problemas de la sociedad en la que vivimos?.

-Por supuesto. Alta seducción es un torrente de carcajadas desde el minuto cero. Y los que asisten a la obra recomiendan a sus amigas que vayan a verla. El público se lo pasa en grande. Hay que reirse. es una comedia de glamur, de champán, de Chanel nº5, pero también cuenta la realidad de las cosas que pasan. Porque la ficción supera a la realidad.

--Usted no se corta y dice lo que piensa. No le gusta el momento que vivimos en España.

-La experiencia es un grado. Y, por supuesto, los dirigentes que tenemos no se preocupan de las cosas realmente importantes: de que no haya paro, de que los inversores extranjeros vengan a España... Es una veleidad que el presidente del Gobierno coja un avión y vaya a un concierto al FIB. Hombre, lo puede hacer, pero también que se preocupe de lo que importa a los españoles, de los problemas candentes que estamos sufriendo.