L a cantante castellonense Bárbara Breva pisa ya fuerte los escenarios, tras cinco meses desde su accidente de tráfico, y triunfó ayer en clave de The Beatles.

Para «pasárnoslo bien y divertirnos juntos», proclamó la cantante en una plaza de las Aulas cordial y amable, transfigurada aún por los efluvios de una Nit de l’Art de sentimientos y luna de mayo cuando la primavera enaltece a la ciudad turquesa y naranja. Cuando todo es bello.

Un regreso total (con el guiño ad hoc en la pasada Galania) en el que interpretó una docena de canciones de los chicos de Liverpool, pero también de blues, de la que Breva es consumada especialista, e improvisaciones como solo Bárbara sabe hacer. Cantó con el grupo GAB (pop covers trío), creado para la ocasión, con Jesús Gallardo, a la batería; Nacho Blackan, guitarra y Víctor Loras, bajista. No hacía falta más. Era la épica de la canción que dejaba atrás los tiempos de la ira.

Absolutamente agradecida por los apoyos recibidos tras el suceso y con la energía positiva de valorar la vida, Bárbara Breva, valiente mujer, confesó a Mediterráneo la «extraordinaria recuperación» que ha tenido, «mucho antes de lo esperado». Versátil y expresiva, conectó con el público (algo muy habitual en ella) y que forma parte de su señas de identidad como cantante. Fue el broche de oro del ciclo El so del talent, oportunidad de oro para valores emergentes, aunque Bárbara ya no necesita de ningún tipo de presentación y espaldarazo ni empuje.

Así, su repertorio incluye desde la balada más íntima al up-tempo más descarado, sin olvidar la bossa-nova, el blues y los guiños al funk, el soul, el latino, el musical, la canción sudamericana o los temas de autor... Todo ello salpicado por la constante aventura de la improvisación y la búsqueda de la emoción por encima de todo. Generando emociones.